Redacción.- El Consejo de Gobierno de Castilla y León ha dado luz verde a un ambicioso proyecto que busca mejorar el conocimiento y la conservación de las poblaciones de aves esteparias amenazadas y la perdiz pardilla en la región. Este estudio, financiado con un presupuesto de 312.059 euros a ejecutarse en tres anualidades hasta el 2025, se centrará en el uso de emisores GPS para el seguimiento y marcado de estas especies.
El propósito fundamental del estudio es proporcionar información precisa que identifique las áreas críticas para la conservación de estas aves y sus hábitats. Además, se busca conciliar la conservación de estas especies con el desarrollo de actividades socioeconómicas en la región, permitiendo la definición de futuras medidas de conservación.
Las especies en cuestión, que se encuentran en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, incluyen al sisón, la ganga ibérica, la ganga ortega, la avutarda y la perdiz pardilla. La importancia de la avutarda es particularmente notable, ya que Castilla y León alberga una de las mayores poblaciones mundiales de esta especie.
El estudio se propone analizar la calidad de hábitat en los ecosistemas agroganaderos pseudoesteparios de Castilla y León, teniendo en cuenta distintos cultivos y sistemas de explotación, así como la compatibilidad de los cultivos alternativos en áreas tradicionales. También se investigará la diferenciación de uso del hábitat entre especies y períodos del año.
Además, se espera que los resultados ayuden a identificar áreas críticas, posibles puntos de mortalidad no natural y las interacciones con proyectos de desarrollo, como la transformación a regadío, programas de reforestación y el desarrollo de infraestructuras.
El estudio proporcionará datos sobre la fenología reproductora, lo que permitirá la compatibilización de las actividades agrícolas con el ciclo reproductivo de estas especies. También se investigarán los desplazamientos estacionales y las áreas de distribución fuera del periodo reproductor.
En el caso de la perdiz pardilla, se analizará la calidad del hábitat en los ecosistemas de montaña de Castilla y León, prestando especial atención a la composición y cobertura de la vegetación, así como a los condicionantes de gestión agroganadera y forestal que favorezcan a la especie.
