Al Margen
Recuerdo que me sorprendía mucho cuando escuchaba que había ganado Trump en USA, que los británicos habían decidido salir de la Unión Europea y que los catalanes estaban decididos a hacer un referéndum. Ya entonces me preguntó una amiga: ¿Qué está pasando en el mundo? ¿De dónde han salido tantos idiotas y en tan poco tiempo?
Años más tarde me contaron que en La Rioja habían prohibido salir de casa a la gente por un virus. Tampoco me lo creía, pero la semana siguiente ya estábamos todos encerrados y con el ejército en las calles.
A principios de 2022 vi un vídeo donde se hablaba de 6 eventos que podían colapsar la economía del mundo. Entre ellos se incluían las mutaciones del virus que no cesa, la inflación superlativa y algunas guerras como la de Rusia contra Ucrania, la de Israel contra Irán y China contra Taiwán. Pero yo pensé que esas cosas eran de siglos anteriores, ahora ya no pasan, son ganas de seguir acojonando a la gente. Y ya ves, solo hay que cambiar Irán por Gaza y esperar a que China la líe parda para clavar el apocalíptico escenario que tan inverosímil nos podía parecer.
Es como si hubiésemos retrocedido un siglo. Ya hemos pasado la gripe del 18 pero esta vez la primera guerra mundial está tardando un poco más, aunque ya apunta maneras. Mejor nos la saltamos y pasamos a la segunda directamente. Lo peor es que nos toque reproducir una guerra civil española. Tal como está la sociedad, polarizándose cada vez más y después de ver cómo han ocurrido acontencimientos que parecían imposibles, hay días en que me entra un cierto miedo parecido al que me atribulaba cuando Tejero desconchaba el techo del Congreso. La diferencia es que entonces me podían llamar a filas y quizás tendría que disparar a alguien antes de que me disparasen a mí. En cambio ahora se ahorrarán todas mis balas. Aunque vuelvan a poner la mili, como en otros países.
Yo a esas mierdas no he jugado nunca y no voy a empezar ahora.
Rodrigo V.
