Medina del Campo y su cálida acogida al tercer Batallón del Regimiento de Transmisiones 21

Paula de la Fuente

Los vecinos de Medina del Campo han vuelto a vivir a través de los recuerdos en esta última semana. Con motivo de la llegada del Regimiento de Transmisiones 21, concretamente el tercer Batallón, son muchos los ciudadanos que no pueden evitar trasladarse a un tiempo próspero en estos términos, donde el Cuartel Marqués de la Ensenada todavía contaba con operatividad.

Hoy, los alrededores de ese mismo cuartel son testigos indirectos de los constantes paseos de medinenses que, con cierta nostalgia, no pueden evitar ‘parar’ a los militares recién llegados para entablar una conversación impregnada, en gran medida, de admiración. Su estancia será breve, pues el motivo de ésta es la realización de un relevante ejercicio. Considerado, así pues, el más importante del año.

Su servicio por España es más que evidente, pero también la total disposición y ausencia de impedimentos mostrados a este medio de comunicación. A las puertas del albergue municipal reciben a este equipo de La Voz de Medina y Comarca. En su interior, Miguel Ángel de la Cuesta Puebla, Jefe del Batallón de Transmisiones III/21, nos espera para contar los entresijos de esta estancia.

¿Qué papel ejerce el Batallón de Transmisiones III/21 dentro del Ejército de Tierra?

Está englobado en lo que es el Mando de Transmisiones, que no es sino un conjunto de unidades bajo un único mando. El Regimiento de Transmisiones está compuesto por tres Batallones, uno ubicado en Burgos y dos que están en Marines. Esto se hace con el propósito de dar cobertura de telecomunicaciones y sistemas de información a todas las unidades operativas que monta el Ejército y para apoyar o cumplimentar las capacidades de aquellas otras unidades de transmisiones que no tienen ese nivel o material de expertise que tenemos nosotros. 

¿Cuál es el propósito de los ejercicios que están realizando en este entorno?

Completar nuestro Programa de Instrucción y Adiestramiento. Nosotros llevamos trabajando en el cuartel durante todo el año, hacemos los ejercicios dentro de los campos de maniobras, pero salir de ese entorno de confort que tenemos en estos campos, con un entorno no controlado, en un sitio donde te enfrentas a lo desconocido, nos permite depurar los procedimientos operativos que tenemos y mejorar la parte técnica. 

¿Por qué Medina del Campo?

Normalmente, hacemos varias maniobras grandes al año que nos permiten terminar el Proceso Anual de Adiestramiento. Elegimos siempre una ciudad que tenga las capacidades de infraestructura suficientes, como para poder soportar la cantidad de personal y material que hemos traído a Medina del Campo. Aquí tenemos 160 militares y 60 vehículos, por lo que requerimos de una serie de infraestructuras. 

Y, esta zona, sobre todo ha sido escogida porque es muy llana y eso nos presenta unos desafíos a nivel de telecomunicaciones que queríamos probar y testear en este ejercicio. 

¿Qué elementos logísticos destacan en este ejercicio?

En cuanto a organización, tenemos montado en Medina del Campo el Puesto de Mando Principal, que es el que permite coordinar y controlar las actividades tanto del núcleo de Medina como de otras ubicaciones que tenemos alrededor de esta localidad. Intentamos extender una red de telecomunicaciones a lo largo de toda la comarca, basada en terminales satélite, en microondas, radios HF y UHF y, sobre eso, montar un sistema de información seguro, que es una de las características principales que tenemos, que todos los sistemas de comunicaciones y de información que montamos cuenten con el nivel máximo de seguridad. 

Aparte, lo que hacemos es intentar que esas ubicaciones vayan rotando para conseguir un entorno variable, como pasa en las operaciones. El objetivo es intentar adaptarnos a todo lo que nos encontremos en otros entornos. La instrucción en el cuartel es un entorno controlado, en unas instalaciones fijas. Cuando salimos al campo, salimos a los campos de maniobras donde sabemos perfectamente y conocemos el terreno con sus vicisitudes. Aquí no. Todo es nuevo y para todo el batallón es una prueba de ver, con exactitud, si lo que creemos que funciona realmente es así. 

En estos últimos años, ¿se han desarrollado más ejercicios de este tipo en Medina del Campo o su alfoz?

No. Esta es la primera vez que se asiste. Sí lo hemos hecho en la provincia de Burgos u otras de Castilla y León, pero en Valladolid no habíamos hecho ningún ejercicio de transmisiones hasta ahora. 

¿Cómo sienten la acogida por parte de los medinenses?

Todo muy bien. Se han volcado con nosotros y todo han sido facilidades, tanto por parte de la Corporación Municipal como los propios medinenses que nos han ayudado en todo lo necesitado. 

¿Qué pueden esperar los habitantes durante el ejercicio?

No se les causará ningún inconveniente. Sobre todo, lo que verán es muchos vehículos militares que van a estar recorriendo toda la ciudad y mucha gente de verde en calles y comercios. Es algo que, hasta ahora, no se tenía oportunidad de ver. 

¿Qué actividades específicas se realizarán para acercar la labor del Batallón a la población civil?

Estos días hemos realizado actividades de puertas abiertas para los colegios y llevamos haciéndolo desde el martes, el miércoles y también el jueves. Han tenido muy buena acogida entre colegios e institutos medinenses. Este jueves en la tarde culminaremos las actividades con una exposición cinológica, en la que presentamos capacidades que tiene este batallón, como son los perros capacitados para la detección de explosivos y sustancias estupefacientes.

Aparte de eso, también hemos llamado a otras unidades del norte de España para que presenten una capacidad adicional que tiene el Ejército de Tierra, que es la de perros de seguridad y defensa. Las tres capacidades completas se van a poder ver el jueves a las seis de la tarde, en la Plaza Mayor de la Hispanidad de Medina del Campo.

¿Cuál es el objetivo de abrir las puertas del Puesto de Mando Principal a los colegios locales?

Las Fuerzas Armadas, y en concreto las Unidades de Transmisión, lo que tenemos es una gran vocación de servicio. Esa vocación no se puede completar si no se tiene una relación cercana con la sociedad española, a la que tienes que servir. De hecho, es bueno también que la sociedad conozca qué puede esperar y pedir de sus Fuerzas Armadas. 

En definitiva, ¿cómo contribuye este tipo de ejercicio a la preparación del Batallón para futuras misiones?

En lo desconocido. Tenemos que tener una disponibilidad inmediata para desplegar en cualquier parte y en el menor tiempo posible. Este tipo de ejercicios es exactamente lo que estamos haciendo. El desplegar en poco tiempo de preparación y ver si lo que tenemos pensado funciona o no. Posteriormente, se incorpora en un proceso de lecciones aprendidas y lo añadimos a esos pequeños procedimientos operativos que aplicamos cuando tenemos que desplegar fuera. 

Y así finaliza nuestro encuentro con Miguel Ángel de la Cuesta Puebla. Si bien es cierto, el Jefe del Batallón de Transmisiones III/21 no cesa en su agradecimiento no sólo a las autoridades de Medina del Campo y su corporación, encabezada por Guzmán Gómez, también al propio pueblo de la Villa de las Ferias que, desde el primer minuto, se ha volcado con su estancia en el lugar.