El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha alzado la voz en Bruselas en defensa de restablecer el equilibrio entre el lobo y el ser humano, un equilibrio que considera roto en la actualidad. En su intervención en el plenario del Comité de las Regiones, García-Gallardo abogó por proteger al lobo de manera más moderada, reconociendo su majestuosidad pero también la necesidad de proteger a los ganaderos de la región.
«El lobo es un animal majestuoso que ha estado en peligro de extinción, pero el problema es que ahora los que están en peligro de extinción son los ganaderos de Castilla y León», afirmó García-Gallardo ante los representantes europeos.
El vicepresidente señaló que los ganaderos se enfrentan a un aumento de los ataques a sus rebaños, así como a múltiples restricciones impuestas por la legislación vigente. En este sentido, abogó por una protección menos estricta del lobo, permitiendo su caza bajo ciertas condiciones y la implementación de medidas de control poblacional.
Desde que el Gobierno de España incluyó al lobo en el LESPRE, el listado de especies de especial protección, los ataques de lobo y las muertes causadas han aumentado significativamente. En 2023, se registraron 3.558 ataques a cabañas ganaderas, un 33 % más que en 2021, y el número de cabezas de ganado muertas en esos ataques alcanzó las 5.566 en 2023, un 30 % más que en 2021, según datos de la Consejería de Medio Ambiente.
García-Gallardo criticó las medidas de los autoproclamados ecologistas, que considera que han desequilibrado la convivencia entre la vida silvestre y los habitantes del medio rural, verdaderos guardianes del medio ambiente y la biodiversidad. En este sentido, instó a escuchar más a quienes viven del campo y a retornar al sentido común.
