Hace ya unos años que empezamos a cambiar aquellos televisores que pesaban un montón y tenían un culo enorme por otras pantallas planas mucho más cómodas de transportar cuando fallaban y había que llevarlas a arreglar. Antes de que todo el mundo tuviese esas pantallas planas, ya se habían quedado obsoletas porque entonces lo nuevo era que fuesen, además, panorámicas, ya que tenemos dos ojos capaces de ver más a lo ancho que a lo alto. Después se convirtieron en inteligentes (smart TV), con acceso a internet y con la posibilidad de ver el contenido de tu teléfono móvil en ellas sin tener que usar cables, euroconectores ni nada. Simplemente con bluetooth o wi-fi. Y ahora vas a un concierto, una procesión o cualquier otro evento y ves a casi todo el mundo grabando con sus móviles en vertical, con lo cual te van a sobrar dos terceras partes de tu maravillosa smart panoramic 8K ultra slim televisión. ¿Estamos tontos o qué?
La mayoría de los cambios descritos suelen obedecer a exigencias del mercado. Hay que vender nuevos productos, así que vamos cambiando el paradigma para ir colocándolos. Pero lo último, lo de grabar en vertical con el móvil, ya no es para vender más pantallas. Es por culpa de TikTok. La chavalería de ahora (y quizás algunos menos jovenzuelos) ya no graban los mejores momentos de su vida para guardarlos y recordarlos más adelante. Ahora lo suyo es “grabo un minuto, lo subo a redes, consigo likes y a por otro vídeo”. Algunos se esfuerzan un poquito más y lo editan, ponen filtros, alguna frase… pero todo en vertical.
Llevamos años adecuando las pantallas a los ojos y ahora tenemos que constreñir los ojos al teléfono. Queríamos ampliar nuestro campo de visión y ahora lo reducimos a escasos centímetros. Es como ponerse aquellas orejeras de las acémilas para fijar el horizonte en un solo punto. Es como convertirse en Polifemos con un solo ojo para mirar a un solo sitio y, ya puestos, pensar una sola cosa. Quizás nos están adoctrinado y sometiendo y no queremos darnos cuenta.
