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lunes, abril 29, 2024

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Un curioso lienzo de la Sagrada Familia se incorpora al catálogo de piezas restauradas por la Fundación Museo de las Ferias 

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El restaurador Francisco Boldo ha sido el encargado de realizar las tareas de conservación de esta pieza

Paula de la Fuente-. Hace escasamente una semana la Fundación Museo de las Ferias presentaba las obras y documentos destacados, correspondientes a estos meses de noviembre y diciembre. Una serie de ciclos expositivos temporales, patrocinados por la Diputación de Valladolid. Así, además del curioso escrito de corte vitivinícola del que ya habló La Voz de Medina y Comarca hace una semana, se le suma también la Obra Destacada número 122. Se trata de un lienzo del que, hasta hace relativamente poco tiempo, no se conocía su autoría. Ahora, tras llevar a cabo un proceso de restauración y estudio, se le ha asignado a Andrés Amaya, hacia 1685. En él, una escena de sobra conocida: la representación de la Sagrada Familia.

Esta pieza, que se incorpora al catálogo de elementos restaurados por la Fundación Museo de las Ferias, pertenece a los fondos artísticos de la Fundación Simón Ruiz. En estos términos, y al igual que la pieza anterior presentada al público dentro de este plan -un lienzo de San Antolín- ha vuelto a ser el restaurador e historiador del arte, Francisco Boldo, el encargado de dotar de vivacidad y recuperar este elemento patrimonial medinense. Cabe destacar que, en esta actuación, también ha colaborado económicamente la Asociación de Amigos del Museo y del Patrimonio de Medina del Campo.

Curiosidades en la restauración

«Don José Ortega y Gasset decía que por un destino casi trágico, en España todo lo grande era anónimo. Esto es lo que nos pasa con nuestro patrimonio», comentó Boldo a los asistentes en la presentación de esta obra destacada. Y es que la Sagrada Familia que se acaba de restaurar, era una de esas grandezas de las que, hasta veinte días antes de la propia presentación, no se sabía su autoría. «Hay que agradecer a don Jesús Urrea, catedrático en Historia del Arte, gran colaborador de nuestro Museo; también a que Antonio Sánchez del Barrio percibía algo sobre su autoría, el que se haya afinado en ese nombre». Así se adelantó que Andrés Amaya era, justamente, el autor de la pieza.

De él no se conocen muchos detalles, es un pintor poco conocido del que, tal y como explica Francisco Boldo, se conservan tan solo una veintena de cuadros. «No sabemos ni de dónde es, se cree que por el apellido podría ser burgalés». Por su estilo, tiene ciertas características de la Escuela Cortesana de Madrid, aunque también tiene influencias de Alonso Cano. «Todo esto siempre es entre comillas, después de lo estudiado, dentro del mundo de la atribución. El cuadro, desgraciadamente, no está firmado». De lo que sí se tiene constancia es del fallecimiento de Amaya, hacia 1704; hacia 1685, fecha en la que se data el cuadro, ya está activo por Valladolid.

En cuanto a la procedencia de la obra, lo único claro es que pertenece a los fondos artísticos de la Fundación Simón Ruiz. «Pero puede ser de las obras compradas para un inicio para el Hospital General y la Iglesia, de Simón Ruiz Envito desde luego no es, aunque podría también pertenecer a alguno de los hospitales que se refundan con el Hospital General, de alguna Iglesia o de algún convento. Forma parte, eso sí, de esos bienes que en 1974, cuando se empieza a ver la decadencia del edificio, se traslada a las Dominicas Reales y en 2014 ya es cuando vienen aquí. Curiosamente, las Dominicas Reales han tenido que dejar también ese convento y su patrimonio se ha empezado a dispersar», narró el restaurador.

Aparición de un mensaje entre el bastidor y el cuadro

Por si fuera escasa la intriga que gira alrededor de este lienzo, a lo largo del mes y medio que duraron las labores de restauración, Francisco Boldo se topó con «una cosa ínfima». Un diminuto papelito ubicado entre el bastidor y el cuadro, en el que podía leerse: «Doctrina en Santa María del Castillo de Medina». Se trata de una especie de certificado que acreditaba, en tiempos pretéritos, la asistencia a la catequesis. «Por detrás viene el nombre y pone Eufrasio García o Garcés, además de la fecha, 1854».

¿Da prueba este papel de que la procedencia de esta pieza corresponde al templo de  Santa María del Castillo? la respuesta es no. Y es que, tras este hallazgo, el cronista y director de la Fundación Museo de las Ferias, Antonio Sánchez del Barrio, repasó los fondos inventariados de este antiguo lugar de culto medinense, sin dar con hallazgos significativos que probaran la citada pertenencia. «Esto quiere decir que la investigación sigue abierta», cercioró Francisco Boldo […]

Más información en la edición semanal de La Voz de Medina y Comarca

 

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