En una iniciativa liderada por el concejal de Medio Ambiente y presidente de Aquavall, Alejandro García Pellitero, la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de San Isidro ha experimentado una transformación significativa. La inversión de 423,000 euros (IVA incluido) ha permitido la implementación de mejoras cruciales destinadas a optimizar la calidad del agua que abastece el 30% de las necesidades hídricas de la ciudad, proveniente del Canal del Duero.
Las obras, supervisadas en persona por García Pellitero, se centraron en el cubrimiento de los filtros de arena de la ETAP San Isidro, que, desde su construcción en los años 80, permanecían a cielo abierto. Esta intervención no solo moderniza la infraestructura, sino que también refuerza la seguridad del proceso de filtración, eliminando cualquier riesgo potencial de contaminación derivado de la exposición ambiental durante la potabilización del agua pretratada.
La ejecución de estos trabajos estuvo a cargo de la prestigiosa empresa Ingeniería Románica, que completó la tarea en un plazo de siete meses. La intervención incluyó la instalación de una estructura metálica en la nave, su correspondiente cubierta, el cerramiento con ladrillo caravista, armonizando con el diseño existente en la planta potabilizadora, y la conexión de este nuevo edificio con el sistema de control de la planta.
Con esta inversión, se proyecta no solo mejorar la calidad del agua, sino también garantizar la inocuidad del proceso de tratamiento, crucial para la salud pública. La planta potabilizadora de San Isidro, vital para la ciudad, se fortalece así en su misión de suministrar agua de alta calidad a un tercio de la población, sustentada por el recurso hídrico del Canal del Duero.
Este paso estratégico del Ayuntamiento, a través de Aquavall, no solo asegura un suministro de agua más seguro y confiable, sino que también coloca a San Isidro a la vanguardia en la gestión eficiente de recursos acuíferos.
