La lucha por la igualdad de género ha sido una prioridad en la sociedad actual, y las leyes como la Ley de Igualdad se han convertido en herramientas fundamentales para combatir la discriminación laboral. Sin embargo, una reciente investigación realizada por Fabio Zamarreño, investigador de la UOC, sugiere que estas leyes podrían no ser suficientes en la tarea de abordar la discriminación y la vulnerabilidad laboral de las mujeres.
Zamarreño, en su tesis doctoral, propone la incorporación de una perspectiva interseccional en los planes de igualdad de género. Esta perspectiva tendría en cuenta las diversas dimensiones de la identidad de las mujeres, como su origen étnico, orientación sexual, discapacidad, entre otros factores. La investigación también analizó la situación laboral de mujeres extranjeras, racializadas, lesbianas y con discapacidad en la provincia de Barcelona.
Según el estudio, las políticas de igualdad tradicionales a menudo no reconocen la diversidad de experiencias y situaciones que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral. En lugar de considerar las distintas identidades y realidades de las mujeres, estas políticas suelen tratar a todas las mujeres como un grupo homogéneo.
El término «interseccionalidad» se refiere a la idea de que factores como la etnia, la clase social, la orientación sexual y otros están interconectados y contribuyen a las desigualdades sistémicas. Esta perspectiva busca abordar la injusticia social y las desigualdades desde un enfoque multidimensional.
Sin embargo, el estudio revela una falta de incorporación de la interseccionalidad en los planes de igualdad de la provincia de Barcelona. Ninguno de los planes analizados aborda de manera íntegra y consistente la interseccionalidad. La investigación también señala que la legislación existente no proporciona las herramientas necesarias para que las organizaciones implementen un enfoque interseccional en sus planes de igualdad.
La reciente Ley 15/2022, integral para la igualdad de trato y la no discriminación, menciona la interseccionalidad y la explica en detalle. Sin embargo, según Zamarreño, esta ley no proporciona los instrumentos necesarios para llevar a cabo un concepto tan complejo, lo que deja a muchas empresas, especialmente las más pequeñas, sin recursos para abordar adecuadamente las situaciones de discriminación y vulnerabilidad que afectan a las mujeres.
El estudio también destaca la necesidad de adoptar un enfoque más interseccional y considerar las vulnerabilidades específicas de todas las mujeres en el ámbito laboral. Zamarreño propone diez medidas para reducir la vulnerabilidad laboral de las mujeres, como crear un protocolo de acoso que considere situaciones de especial vulnerabilidad, fomentar la formación de idiomas para personas migradas y promover programas de empoderamiento.
Mejorar las condiciones de las mujeres en situación de vulnerabilidad no solo tiene un impacto social positivo, sino que también puede mejorar el bienestar organizacional y la productividad en el lugar de trabajo. La adopción de un enfoque interseccional en los planes de igualdad es esencial para garantizar que todas las mujeres tengan las mismas oportunidades y sean valoradas en el ámbito laboral.
