Sabes que te quiero. Siempre te he querido. Incluso antes de que nuestra relación fuera en serio. Allá por 1981 ya te escribí una carta. Pero yo entonces era muy joven. Diez años más tarde, iba a verte de vez en cuando y en 1994 empezamos una relación que dura hasta ahora. Fíjate, cómo pasa el tiempo. Casi 30 años juntos. Treinta años acariciándote, embriagándome con tu aroma, viéndote crecer… Incluso pensaba celebrar esos 30 años cuando llegara el momento, el próximo enero, justo un mes antes de que cumplas los 65 años.
Pero no va a ser posible. Se te acaba el tiempo de las caricias y los aromas. La próxima semana no podré recogerte en la oficina y llevarte de paseo por las calles de Medina. No podré exhibirte con orgullo a las personas que me encuentre. No podré pasar tus hojas y mancharme los dedos con tu tinta porque habrás desaparecido de mis manos y de todas las manos. Habrás experimentado una metamorfosis que te hará volar por todo el mundo, pero ahora será en formato digital.
Algunas personas mayores entonarán tristemente: “Hay linda amiga, que no vuelvo a verte…”. Pero no sufras, querida. Es bueno para ti. Llegarás a más sitios, a más hogares, a más personas que podrán leer tus noticias y ver tus anuncios en el ordenador y en el teléfono móvil sin tener que ir a buscarte a los kioscos. Serás más universal de lo que nunca ha sido cualquier otro periódico de la villa y perdurará tu legado, no solo en los archivos de papel que algunos, muy pocos, atesoramos en grandes tomos anuales mientras otros guardan celosamente aquellos recortes que merecieron salvarse para poder recordarlos por siempre.
Eres, desde hace tiempo, el periódico más longevo de la comarca y pronto cumplirás 65 años, de los cuales, los primeros 64 y medio han sido en papel y los 30 más recientes, hasta la fecha, los mejores años de nuestra vida.
Rodrigo V.
