La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte ha desvelado los detalles de la reciente restauración llevada a cabo en las cubiertas del emblemático Monasterio de Nuestra Señora de Prado, en Valladolid. En una jornada técnica dirigida por el director general de Patrimonio Cultural, Juan Carlos Prieto, se han presentado los criterios y técnicas empleados en esta intervención, financiada con fondos Next Generation de la Unión Europea como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España.
El Monasterio de Nuestra Señora de Prado, también conocido como ‘El Escorial vallisoletano’, es un tesoro arquitectónico con una rica historia que se remonta a su fundación en 1440 por los Monjes Jerónimos. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1877, este complejo monacal ha sido objeto de un proceso de consolidación y restauración continuo, especialmente a partir de 1982 bajo la dirección de José Miguel Merino de Cáceres.
El conjunto monástico, compuesto por tres claustros y una impresionante iglesia gótico-mudéjar, ha sido sometido a una exhaustiva evaluación y planificación de restauración por parte de la Consejería. La intervención se ha dividido en cuatro fases, priorizando las dos primeras debido al estado de conservación del edificio.
Entre los principales problemas abordados se encontraba el deterioro de las cubiertas, que presentaban filtraciones y colonización biológica. La restauración ha implicado la renovación completa de la cobertura de teja, la reparación de las cornisas afectadas y la limpieza de la vegetación en algunas áreas.
Esta actuación, realizada con una metodología BIM y un presupuesto de 1.125.303 euros, marca un hito en la preservación del patrimonio cultural de Castilla y León. La restauración de las cubiertas no solo asegura la integridad estructural del Monasterio, sino que también contribuye a mantener viva su historia y belleza arquitectónica para las generaciones futuras.
