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jueves, mayo 9, 2024

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Sentimiento Cofrade: Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna

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ESPECIAL SEMANA SANTA DE MEDINA DEL CAMPO

Entrevista a Elena Velasco, presidenta de la Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna


¿Cómo se introdujo en la Semana Santa de Medina del Campo?

En mi casa no había tradición cofrade. Mi madre era cofrade de las Angustias pero siempre hemos vivido nuestra fe en la parroquia de nuestro barrio, el de Santiago.

Recuerdo los Jueves Santo visitando Iglesias y rezando, después de ver salir la procesión de Caridad. Y los Viernes Santo asomada al balcón de mi abuela esperando que pasara el Santo Sepulcro. Podía ver las procesiones varias veces y siempre sentía la misma emoción en ese ambiente de incienso, recogimiento y silencio.

Siempre le decía a mi madre que quería acompañar al Cristo de la Agonía, me sobrecogía de manera especial. Ella me decía que cuando fuera más mayor, que era una decisión que tenía que tomar conscientemente y no por moda o porque lo hicieran mis amigos.

Y a los 10 años conseguí, junto con mis hermanos, que mis padres aceptaran que fuéramos cofrades. Desde entonces no hemos dejado de acompañar a nuestras tallas.

¿Qué papel desempeña como presidente de su Cofradía?

Tengo claro que debo ser la representación de todos nuestros cofrades y de su opinión. Trabajar como la que más y ser la cara visible. Pero no es posible sin un equipo de trabajo detrás. Tengo la suerte de contar con una Junta de Gobierno que trabaja mucho, implicada y con experiencia.

Pero es importante que los cofrades acudan a los Cabildos para dar su opinión. Hay temas importantes que deben decidirse en común. Sólo así podré ser una presidenta de todos y que pueda hablar por la mayoría de los cofrades.

¿Cuál es el día más emotivo de su Semana Santa y por qué?

Siendo del Atado, no puede ser otro que el Jueves Santo con la Promesa de Silencio y Procesión de Caridad. No sé si podría explicar en palabras lo que siento cuando veo salir las dos impresionantes tallas de Domingo Beltrán que tan magistralmente recrearon el sufrimiento de Jesús. El momento más emotivo llega con la Promesa de Silencio: el compromiso de acompañar a nuestras imágenes en un silencio que invita al recogimiento y la oración. Realmente es un momento íntimo y muy especial. Es esta la procesión en la que más cerca me encuentro de Él.

¿Qué simboliza para usted la Semana Santa de Medina del Campo?

Fe, tradición y arte.

La Fe en un Dios vivo, compartida en hermandad desde hace siglos y representada en unas tallas que son auténticas joyas renacentistas.

Es orgullo de nuestro patrimonio, oportunidad de recordar lo que nuestros antepasados celebraban, es nuestra identidad. Y una ocasión única para mostrar nuestra fe y conseguir de algún modo volver a acercar los valores cristianos a la sociedad.

Pero sobre todo es momento de preparación y transformación interior.

El día a día hace que nos olvidemos de lo verdaderamente importante y dejemos para después a Dios. Estos días en los que conmemoramos la Pasión de Cristo sirven de reflexión y recordatorio para volver la mirada hacia Él.

¿Cómo está preparando su cofradía el Encuentro Nacional de Cofradías de Septiembre?

Con muchas ganas e ilusión. Supone un reto para todos, sobre todo por el listón tan alto que dejó Medina en el año 2006. Son muchas las actividades que desde la organización estamos preparando y por suerte, también muchos los voluntarios con los que contamos.

Después de estos días de Semana Santa podremos dedicarnos ya de lleno a todos los proyectos que queremos desarrollar durante la celebración del Encuentro.

¿Qué mensaje trasladaría a los hermanos cofrades y devotos de la Villa de las Ferias, relacionado con el disfrutar del recogimiento de la Semana Santa en Medina del Campo?

En primer lugar, les agradecería a todos su trabajo, su tiempo y su dedicación. Porque en todas las cofradías trabajamos todo el año con mayor o menor acierto, pero siempre con ganas de hacerlo bien y engrandecer más el nombre de nuestra Semana Santa que es única por su esencia y que goza de gran reconocimiento.

En segundo lugar, quiero hacer un reconocimiento a ese trabajo. Es hora de que empecemos a valorar y estemos orgullosos de lo que hemos conseguido. Si tenemos una declaración de Interés Turístico Internacional es porque nos lo hemos merecido y tendremos que seguir trabajando por mantenerla y mejorar. Y la mejor manera es participando, uniéndonos y trabajando juntos.

Pero que no olvidemos la razón de esta celebración. En la era del ruido, paremos por unos días la rutina, las preocupaciones, el estrés y hagamos hueco para escuchar el alma. Recordemos que, al igual que en los desfiles procesionales, no estamos solos en el camino de la vida, si no que caminamos de la mano de Dios y junto a nuestros hermanos.

Y que disfruten, sientan y vivan cada día el mensaje de Cristo que es la razón de nuestra Fe.

 

 

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