Nava del Rey ha sido testigo este Viernes Santo de uno de los momentos más conmovedores de su Semana Santa: el ritual del «Lavatorio, Crucifixión y Descendimiento del Señor». Esta ceremonia, arraigada en la historia y la tradición local, es un tributo a la fe y la devoción que caracterizan a este municipio.
El rito, legado de la antigua Cofradía de la Misericordia y enraizado en la tradición franciscana, implica la preparación meticulosa del cuerpo de Cristo, extraído de la urna de Martínez de Arce, donde reposa durante todo el año. Después del lavado y la aplicación de óleos en las articulaciones de los brazos, se procede a su «crucifixión» en la cruz, seguida por el «Descendimiento» y su instalación en una urna acristalada para la procesión posterior.
La Procesión de la Pasión, otro momento destacado, recorre las calles de la localidad vallisoletana con la magnífica imaginería que caracteriza a este municipio. Desde la figura de San Vicente Ferrer hasta los diferentes pasos que representan momentos cruciales de la Pasión, como la Oración del Huerto, Jesús Atado a la Columna, Nuestro Padre Jesús Nazareno, El Señor de la Buena Muerte, el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad, este desfile es una manifestación impresionante de la fe y la tradición.
Este año, las siete cofradías que aún perduran acompañan con devoción este cortejo procesional, llenando las calles más céntricas del pueblo con una atmósfera de reverencia y espiritualidad.
Nuestra regidora no va nunca a misa, pero en estos días y para que la vean va todos los días. Siempre llega tarde y se sienta en primera fila, luego no para con el móvil.
No tiene ni respeto ni educación.
Pues para hacer eso mas la vale se quede en casita.Que nadie la obliga a ir.