En un paso crucial hacia un futuro más verde, la Junta y el Ayuntamiento de Valladolid han sellado un acuerdo histórico firmando el protocolo de actuación para extender la Red de Calor sostenible a toda la ciudad. La iniciativa supondrá una inversión superior a 200 millones de euros y la construcción de más de 200 km de tuberías, con el potencial de abastecer energía térmica a 60,000 viviendas y 250 edificios terciarios, ahorrando más de 165,000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero García, han rubricado este pacto pionero en el Ayuntamiento de Valladolid. La Red de Calor Sostenible, impulsada por biomasa, abastecerá a seis sectores de la ciudad, generando un ahorro significativo en emisiones y potenciando la economía local.
Esta colaboración estratégica implica la construcción de una red que proporcionará 720,000 MWh útiles/año de energía térmica a hogares y edificios terciarios, marcando un hito en la apuesta de Valladolid por la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
La Junta de Castilla y León, encargada de diseñar, financiar y operar la red de calor, se compromete a utilizar principalmente biomasa forestal sostenible suministrada por SOMACYL. Por su parte, el Ayuntamiento de Valladolid colaborará en la planificación, emisión de informes y concesiones gratuitas, mostrando su respaldo al proyecto con bonificaciones fiscales.
Este acuerdo, con una duración inicial de 4 años, representa un esfuerzo conjunto por impulsar un futuro más limpio y eficiente para Valladolid. La biomasa forestal, fuente de energía limpia y renovable, se convierte en el pilar de esta iniciativa, generando empleo en el medio rural y promoviendo la economía circular.
Los beneficios para los usuarios de la red de calor son diversos, desde la mejora de la calificación energética de los edificios hasta un significativo ahorro en la factura energética. La ausencia de equipos propios de producción de calor y la adaptabilidad para mayor potencia son solo algunos de los aspectos que harán que los ciudadanos disfruten de un suministro energético eficiente y sostenible.
Con este acuerdo, Valladolid demuestra su compromiso con los objetivos de descarbonización de la Agenda Urbana Europea y consolida su posición como referente en el uso responsable de recursos y energías renovables.
