La deuda viva de Castilla y León, al cierre del tercer trimestre de 2023, se situó en 14.042 millones de euros, representando el 20,3% del PIB regional, según los datos del Banco de España. Este porcentaje es 2 puntos inferior a la media autonómica, que alcanza el 22,3% del PIB nacional.
La contribución de la comunidad al endeudamiento total de las autonomías españolas es modesta, representando el 4,4% del total, que asciende a 319.924 millones de euros. El endeudamiento acumulado por Castilla y León se compone de diversos elementos, incluyendo créditos a empresas, factoring sin recurso y deudas asociadas a proyectos de colaboración público-privada.
La estructura detallada revela que las emisiones de deuda pública constituyen el mayor porcentaje, alcanzando el 28,4%, seguido por el Fondo de Facilidad Financiera con un 14%. Entidades financieras multilaterales, como el Banco Europeo de Inversiones y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, también figuran como prestamistas relevantes, aportando el 8,9% de la deuda.
La Administración General acapara el 95,5% del endeudamiento, mientras que universidades y entidades públicas representan el 4,5%. En cuanto a los plazos de vencimiento, el 98,8% de la deuda se extiende a largo plazo, proporcionando estabilidad ante posibles fluctuaciones en las tasas de interés.
El análisis completo de la cartera de endeudamiento revela una gestión financiera sólida por parte de Castilla y León, situándose estratégicamente por debajo de la media nacional.
