La fusión entre música y cine ha encontrado un nuevo escenario en las salas cinematográficas, convirtiéndose en una tendencia en alza que redefine la experiencia cultural. Películas como «The Eras Tour» de Taylor Swift, que relata su gira mundial, no solo se erigen como fenómenos taquilleros, sino que generan un nuevo modo de vivir la música, llevando a los fans a los cines para vivir una experiencia colectiva única.
El cambio en el modelo de negocio de la industria musical, impulsado por la digitalización, ha llevado a buscar alternativas de supervivencia. Según la especialista Alba Colombo, la música en directo ha tomado el protagonismo, y la proyección de films musicales en cines se presenta como una respuesta exitosa a esta transformación.
Elena Neira, experta en nuevos modelos de distribución audiovisual, destaca la colaboración entre los propietarios de derechos y las salas de cine como una situación beneficiosa para ambas partes. Este nuevo formato permite ampliar la oferta de contenidos y llegar a públicos más especializados, brindando acceso a experiencias que presencialmente serían inviables.
La experiencia de asistir a estos eventos cinematográficos va más allá de la simple proyección de un film. Es un encuentro colectivo que satisface la necesidad humana de vivir experiencias compartidas. Alba Colombo subraya el valor añadido de estas proyecciones, que ofrecen entrevistas con los artistas y un vistazo detrás de escena, enriqueciendo la vivencia.
El cine, lejos de competir con las ofertas domésticas, busca potenciar la experiencia colectiva. Elena Neira destaca la importancia de crear eventos alrededor de las salas para atraer a audiencias que buscan algo más que un consumo lineal.
Ambas expertas, Colombo y Neira, anticipan que esta fusión de música y cine continuará evolucionando. La tecnología, en constante avance, abre nuevas posibilidades, desde hologramas hasta actuaciones en el metaverso, transformando la manera en que consumimos cultura de manera disruptiva.
