-En medio de la controversia, el alcalde Miguel Ángel Oliveira enfrenta acusaciones de presunta prevaricación y malversación por la prescripción de multas de tráfico. El líder municipal aclara la situación, atribuyendo las prescripciones a la escasez de personal y limitaciones gubernamentales.
El alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira, ha salido al frente de las recientes acusaciones que señalan presuntas irregularidades en la gestión municipal. La investigación se centra en la prescripción de cerca de cincuenta multas de tráfico entre los meses de junio y agosto de 2022, generando inquietud en la comunidad.
Oliveira, en una declaración oficial, reconoció que las multas prescribieron debido a la falta de personal funcionario durante ese periodo crítico, originado por una jubilación. Según el alcalde, la plaza vacante no pudo ser cubierta a tiempo debido a las restricciones impuestas desde el ejecutivo central para la reposición de efectivos, enmarcadas en la nueva reforma laboral.
El mandatario local enfatizó que en ningún momento se buscó obtener beneficios personales ni favorecer a algún residente. «El consistorio desplegó todos los recursos disponibles para abordar esta situación, derivada de la jubilación de la funcionaria encargada de la tramitación de multas», afirmó Oliveira. Asimismo, señaló que la alta carga de trabajo existente dificultó la pronta cobertura del puesto vacante.
El Ayuntamiento de Tordesillas, junto con el actual ejecutivo que asumió funciones en 2019, heredó una plantilla municipal en situación desestructurada. Oliveira resaltó el compromiso de su equipo de gobierno para estabilizar y mejorar las condiciones laborales del personal durante los últimos años.
En un intento de calmar la preocupación ciudadana, el alcalde subrayó que se pusieron a disposición todos los medios disponibles en el momento crítico. «Queremos transmitir tranquilidad a la comunidad, reiterando nuestro compromiso con la transparencia y la gestión responsable», concluyó Oliveira.
