Javier Franco, trasplantado del riñón el pasado 2002, emprende este particular recorrido con el fin de dar a conocer la relevancia que tiene hablar sobre este tipo de temas
Paula de la Fuente-. «El trasplante es vida. Dona» es el lema escogido por Javier Franco, trasplantado del riñón hace 3 años, para realizar su particular Camino de Santiago con fines de sensibilización. Y es que, junto a una colorida pancarta, este hombre trata de hacer ver la importancia que tiene hablar sobre este asunto, así como también tratar de incrementar el número de donantes de órganos en nuestro país. «Pensé en qué manera podía colaborar yo en todo esto; pensé en hacer campañas, en recorrer lugares para poder pedirle a la gente que hablara de este tema, porque es importante hablarlo con todos aquellos que nos rodean; saber si quieren donar o no. Entonces, era importante difundir ese mensaje», cerciora Franco a este medio de comunicación.
Esta no es la primera vez que se embarca en esta aventura, teniendo en cuenta que en abril del año pasado dio comienzo a la misma desde Valencia. En aquel momento, realizó el tramo comprendido entre Valencia-Albacete-Toledo. A día de hoy, y muy recientemente puesto que la pasada semana pasó por Medina del Campo, se ve inmerso en el trayecto de Medina del Campo-Puebla de Sanabria-Santiago. «La primera idea, para que el proyecto tuviera repercusión, era comenzar desde mi ciudad, Valencia, y llegar hasta Santiago. Ese camino existe y son 41 etapas de 1.200 kilómetros. Evidentemente, es complicado tener tiempo. Entonces, lo hemos partimos en cinco tramos y, en cada uno de esos tramos, realizamos notas de prensa y contactamos con los medios de comunicación para hacer difusión sobre la importancia de la donación de órganos», defiende.
Habla en plural porque no va solo, ya que junto a él ha caminado un buen amigo, Pedro Escabias, con quien realizó las primeras de las etapas desde Valencia hacia Toledo. Durante el camino se fue topando con multitud de personas que siempre tuvieron algo que aportar, pero rápidamente congenió con un medinense, Ángel Rodero, «que se hace llamar Roderoski y este compañero, aunque más bien amigo, se ha apuntado a esta tercera etapa y nos acompañará en adelante», confirma Javier Franco.
En el fluir de sus pasos, la experiencia ha hecho que Javier Franco conversara con gente «que ni siquiera tenía una pequeña idea de cómo funciona el sistema de donación de órganos; también me he encontrado con otro tipo de personas que han vivido esta situación en primera persona. Entonces, es muy bonito todo lo que te vas encontrando en el día a día y, sobre todo, el interés y el agradecimiento que te muestran las personas con las que te encuentras».
Como se ha mencionado, justamente la pasada semana realizaron una parada en Medina del Campo. «Fue larga y difícil desde Arévalo hasta Medina del Campo porque recuerdo cómo el sol estaba apretando mucho. Pero fue llegar a la Villa de las Ferias y todo cambió, puesto que teníamos incluso la parada preparada en la casa de nuestro buen amigo».
Paso a paso, Javier Franco va recorriendo el que probablemente sea el camino más importante de su vida: el de la concienciación sobre la necesidad existente de ser donante de órganos en la sociedad española. Y lo hace, justamente así, hablando con la gente, brindando a la población la oportunidad de abrir un debate, en el seno de su familia y hacia el exterior, sobre esa relevancia que tiene el donar órganos, para donar vida […]
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Vaya letrero más descuidado, está oxidado, que lo pinten que para que se vea mas apetecible