Desde distintas entidades, se ha lanzado un llamado a los Ayuntamientos ubicados entre Sevilla y Gijón para unirse a una demanda crucial. A través de acuerdos plenarios y concentraciones ciudadanas que se llevarán a cabo el próximo sábado, 4 de noviembre, a las 12 del mediodía, se busca impulsar la reapertura de la Ruta de la Plata, una conexión que reviste gran importancia para cuestiones sociales, económicas y ambientales.
Hasta el cierre del tramo Plasencia-Astorga en 1985 para pasajeros y 1996 para mercancías, la Ruta de la Plata unía cuatro Comunidades Autónomas (Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Asturias). Esta ruta incluía paradas en diversas comarcas y capitales de provincia, como Cáceres, Salamanca, Zamora y León, además de ciudades regionales como Sevilla, Mérida y Oviedo.
A pesar de que en 2017, la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados aprobó impulsar la puesta en funcionamiento de la línea ferroviaria Ruta de la Plata entre Plasencia y Astorga, y su inclusión en el Corredor Atlántico, no fue hasta febrero de 2023 que la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, prometió un Estudio de Viabilidad para la reapertura de los 347 kilómetros cerrados entre Plasencia y Astorga. Esto, después de seis años de demora, con la adición de un plazo de dos años.
La demora en esta cuestión no concuerda con la necesidad de comunicar amplias comarcas de la España Vaciada. Por lo tanto, se busca acelerar los trámites para incluir esta línea en la Red Básica Ampliada para 2040. Numerosas iniciativas parlamentarias y locales han respaldado esta demanda, con un impulso significativo desde las Cámaras de Comercio entre Gijón y Sevilla y desde el Consejo Económico y Social de Extremadura.
El Movimiento por el Tren Ruta de la Plata, la Plataforma Extremeña por un Tren que Vertebre el Territorio y Enfríe el Planeta y el Corredor Oeste se han organizado para solicitar a los Ayuntamientos de este olvidado eje y a otras entidades sociales y económicas que apoyen esta reivindicación social y ambiental. Hasta ahora, se han programado concentraciones en diversas localidades, incluyendo Astorga, Zamora, Salamanca, Hervás, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Cáceres, Mérida, Almendralejo, Llerena y Zafra.
La demanda del tren se justifica aún más debido a la Emergencia Climática y la necesidad de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. El ferrocarril es un modo de transporte eficiente y sostenible, que promete una mínima emisión de contaminantes con la electrificación y sistemas de altas prestaciones.
La reconexión de las comarcas y ciudades que antes contaban con tren promoverá el crecimiento económico, social y ambiental de un corredor que ha estado relegado pero que ahora exige, con justicia, ser revitalizado.
