Redacción.-
La Guardia Civil de Soria ha culminado la denominada operación Machatasha con la detención de seis individuos y la investigación de otros cuatro, todos ellos presuntamente implicados en una serie de delitos relacionados con los derechos de los trabajadores y los ciudadanos extranjeros. Esta operación ha desmantelado una organización delictiva centrada en la explotación laboral de ciudadanos extranjeros, tanto comunitarios en situación de vulnerabilidad como extracomunitarios procedentes del norte de África, que carecían de cualquier autorización para trabajar en España. Las autoridades han logrado identificar a un total de 45 víctimas de explotación laboral.
La Comandancia de la Guardia Civil de Soria inició esta investigación a principios de julio, después de recibir información sobre la presencia de trabajadores extranjeros realizando labores agrícolas en la Ribera del Duero sorian. Tras verificar la veracidad de la información y contactar con los trabajadores, se descubrieron indicios de la existencia de una red de personas que los contrataban ilegalmente. Estas pruebas llevaron a la confirmación de la existencia de una organización criminal que ha sido desarticulada.
Las víctimas identificadas se dividieron en dos grupos. Uno estaba compuesto por personas procedentes de países del Magreb que, debido a su situación irregular en España, no contaban con autorización para trabajar. El segundo grupo estaba formado por ciudadanos de países de la Unión Europea, quienes, aunque tenían derecho a trabajar en igualdad de condiciones que los nacionales, se encontraban en situación de vulnerabilidad debido a la falta de arraigo, recursos económicos limitados, desconocimiento del idioma, entre otros factores. Esto llevó a que, a pesar de poder ser dados de alta por los empleadores, fueran obligados a aceptar las condiciones impuestas por la organización.
La investigación reveló que la explotación de las víctimas por parte de la organización continuaba incluso después de finalizar la relación laboral, ya que se les imponía una deuda supuestamente generada por alojamiento, manutención, trámites burocráticos ficticios, traslados desde sus países de origen y otras excusas. Estas amenazas y coacciones se mantuvieron en el tiempo, generando miedo entre las víctimas.
En todos los casos investigados, los salarios estaban por debajo del salario mínimo legal, y los gastos aparentemente generados superaban la cantidad a percibir. La operación ha sido supervisada y coordinada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de El Burgo de Osma (Soria) y la Fiscalía de la Audiencia Provincial.
Durante la fase de ejecución, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Soria también participó activamente en el proceso. La operación Machatasha representa un paso importante en la lucha contra la explotación laboral y en la defensa de los derechos de los trabajadores, tanto nacionales como extranjeros, en la región de Soria.
