26 de octubre de 2023 – La situación en el sector vitivinícola de España es crítica. Tras la conclusión de la vendimia de este año, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha presentado un balance que describe como «desolador». La rentabilidad de los viticultores se ha desplomado, amenazando su subsistencia en todas las regiones de España.
Hace unos días, los viticultores franceses llevaron a cabo un ataque violento contra el vino español en la frontera de los Pirineos, un acto que UPA considera «ilógico e injusto». La situación en España es aún más compleja que en Francia, ya que la producción de este año ha disminuido un 15% con respecto a 2022, situándose en 34,24 millones de hectolitros de vino y mosto. A pesar de esta escasa producción, se enfrentan a problemas de mercado con bajos precios en origen y costos elevados.
El cambio climático ha impactado severamente en el sector del vino, causando un bajo rendimiento debido a la sequía, olas de calor y lluvias fuera de temporada. Además, los costos de producción han aumentado, incluyendo combustibles, abonos y maquinaria.
A pesar de las medidas implementadas para contener la oferta, como la cosecha en verde y destilaciones de crisis en algunas comunidades autónomas, UPA considera que no han sido suficientes para mitigar la caída de precios y revitalizar un mercado ya debilitado.
El consumo de vino continúa disminuyendo en el mercado nacional, con un volumen de 9,6 millones de hectolitros (una disminución del 6,4% interanual), lejos de los más de 11 millones de hectolitros que se alcanzaron antes de la pandemia. Las exportaciones, aunque han aumentado en valor, han disminuido en volumen, lo que plantea una tendencia preocupante para España, el principal exportador mundial de vino en términos de volumen.
Los viticultores creen que es esencial fortalecer la Ley de la Cadena Alimentaria para proteger el futuro del sector productor. Además, consideran que la intervención sectorial vitivinícola (ISV) debe ser modificada para adoptar mecanismos de gestión más acordes con la oferta.
UPA aboga por mantener la cosecha en verde en ciertas campañas para controlar la producción y evitar destilaciones de crisis, que también son cuestionables desde una perspectiva de sostenibilidad.
UPA considera el Plan Estratégico elaborado por la Interprofesional del Vino de España (OIVE) como un instrumento vital para el sector, incluyendo medidas como la futura norma de comercialización que promueva la autorregulación. También aboga por la promoción de los ecorregímenes vinculados al sector, con modificaciones para hacerlos más eficientes y rentables para las explotaciones vitícolas.
