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lunes, mayo 6, 2024

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La Junta declara la tradicional y artesanal construcción del coso taurino de Ciudad Rodrigo, en Salamanca, Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial

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Redacción.-

El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de la tradicional y artesanal construcción del coso taurino de la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo, Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, para preservar sus valores patrimoniales como singular ejemplo de arquitectura efímera que se monta y se desmonta íntegramente cada año de manera artesanal. Dado el carácter inmaterial de la declaración, no procede la delimitación de entorno de protección.

La plaza de toros de Ciudad Rodrigo es una plaza tradicional construida de forma artesanal todos los años en la Plaza Mayor de la localidad. Desde el siglo XV, la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo ha sido el referente taurino y el enclave oficial para la celebración de todo tipo de festejos, si bien las primeras fuentes documentales que relacionan la configuración y el desarrollo de festejos taurinos con el Carnaval son del siglo XVIII. La primera referencia documental encontrada en el Archivo Histórico Municipal, en relación con los espectáculos taurinos y los tablaos, está fechada en 1418.

Dentro de las celebraciones relacionadas con el Carnaval de Ciudad Rodrigo, se ha desarrollado un rico patrimonio cultural que se refleja en la música popular, costumbres y tradiciones. Pero el hecho más destacable que constituye el objeto de este expediente de declaración de interés cultural, es la construcción del coso taurino, en concreto, su artesanal proceso constructivo.

La plaza de toros de Ciudad Rodrigo constituye un singular ejemplo de arquitectura efímera que se monta y se desmonta íntegramente cada año, siguiendo un modo de hacer transmitido y mantenido como patrimonio vivo de generación en generación, expresión significativa de la forma de vida de una comunidad, seña de identidad y cohesión de los vecinos que, tradicionalmente, se ha desarrollado en esta localidad.

En su construcción participan los ciudadanos mirobrigenses organizados en diferentes gremios, dirigidos por una sabiduría tradicional que pasa de padres a hijos y de unos adjudicatarios a otros, con la experiencia de cientos de años en la construcción de un entramado perfecto y seguro de vigas, tablas, largueros, forros o cuñas, todo bien aferrado con las conocidas puntas de ‘veinte-ciento’ y alguna otra brida y constituido por cuarenta y siete tablaos y cinco puertas. Los tablaos son previamente subastados de forma popular.

En un ambiente festivo, la unión de familias, amigos y peñas consigue levantar, en poco más de tres días, la tradicional plaza de madera, que se desmontará el Miércoles de Ceniza, siguiendo un ciclo que repetirá el mismo ritual ancestral año tras año. Previamente al montaje de la plaza y según el procedimiento establecido, se realiza la subasta popular de tablaos libres, bajo la fórmula de ‘pujas a la llana’, en el Ayuntamiento, en un acto singular y de marcado ambiente festivo.

Los vecinos, por su parte, a partir de la tarde del viernes previo a la celebración del Carnaval, comienzan a ocupar el espacio adjudicado y levantan con sus propias maderas los tradicionales tablaos. Son los propios vecinos los responsables del traslado, montaje y desmontaje de las maderas que serán limpiadas y guardadas en espera del siguiente Carnaval, año tras año. Se denomina tablao a los graderíos de cada una de las barreras o puertas. En la actualidad el tradicional coso taurino consta de once tablaos grandes, treinta y seis tablaos pequeños y dos puertas, las de la Rúa del Sol y la Puerta Sánchez Arjona

A lo largo de la historia, sin pervertir su esencia, se han ido variando las formas de organización colectiva para la construcción del tradicional coso taurino y la construcción y forma de los tablaos y se han ido introduciendo nuevos elementos para garantizar la seguridad y facilitar su montaje, desmontaje y la reutilización de la madera. A este ancestral ritual que constituye el montaje de la plaza, acuden más de doscientos vecinos, participando en ocasiones hasta tres generaciones de una misma familia, siendo la participación de los jóvenes la garantía de la trasmisión de esta tradición a futuras generaciones. Fruto de esta cohesión y vinculación social, se consigue levantar, en poco más de tres días, la tradicional plaza de madera.

El coso taurino de forma cuadrangular, de aproximadamente 955 metros cuadrados, con 55 metros de largo y 18 de ancho, está formado por cinco puertas y cuarenta y siete tablaos o barreras. El tradicional proceso constructivo del coso taurino, salvando las diferencias existentes entre los diferentes tablaos, se ejecuta siguiendo unas pautas perfectamente definidas, a fin de garantizar la estabilidad de la estructura durante los festejos del Carnaval.

La singularidad e importancia de la plaza de toros de Ciudad Rodrigo viene dada por su carácter efímero, ya que es montada y desmontada cada año; por su proceso de construcción artesanal, con técnicas y soluciones características y por una ejecución solidaria a la que contribuye la propia comunidad.

Es el aprecio colectivo de esta comunidad, la participación, percepción y valoración por parte de todos los ciudadanos, creadores y recreadores de esta realidad material que ha sido mantenida y conformada a lo largo de su historia, la preservación de su espíritu y el mantenimiento del modelo y modo constructivo, lo que convierte a esta singular plaza en un bien representativo, que por su autenticidad e integridad merecen la máxima consideración, la declaración de Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial.

Respetando los procesos de cambio que, como patrimonio vivo y sin pervertir su esencia, se han ido produciendo a lo largo de sus seiscientos años de historia, y que se han ido adoptando por la comunidad como depositaria de esta tradición y auténtica protagonista de esta manifestación cultural, la Administración competente en materia de patrimonio velará por su normal desarrollo, tutelando la pervivencia y salvaguarda de los valores que han determinado su declaración como Bien de Interés Cultural.

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