Redacción.-
La Guardia Civil ha llevado a cabo la desarticulación de la secta denominada «La Familia del Alma» en la localidad de Pobla Tornesa, provincia de Castellón. Esta operación, conocida como «Avicena», ha culminado con la detención de tres personas que conformaban la cúpula de la organización, incluyendo a la autodenominada «maestra» y su esposo.
El oscuro trasfondo de la secta
«La Familia del Alma» se presentaba como un grupo de psicoterapia convencional, pero en realidad operaba como una secta destructiva de tipo psicoterapéutico. Bajo la apariencia de ayudar a resolver problemas personales, esta organización ejercía un control total sobre sus seguidores y llevaba a cabo prácticas abusivas y manipuladoras.
La líder de la secta se hacía llamar maestra y afirmaba tener la verdad absoluta. Aprovechando la vulnerabilidad emocional de jóvenes en busca de soluciones a sus problemas, lograba captar a sus víctimas a través de personas de confianza. Estos seguidores acudían a terapias y rituales chamánicos, en los que se consumían drogas que anulaban la voluntad de las víctimas.
El modus operandi de «La Familia del Alma»
Para mantener el control sobre sus seguidores, la secta exigía pagos elevados, superiores a los 10.000 euros, como prueba de fidelidad y para acceder al círculo más cercano de la maestra. Aquellos que se negaban a cumplir con estas demandas eran amenazados con castigos y humillaciones, e incluso se les advertía de que serían repudiados por el resto del grupo.
Las prácticas llevadas a cabo por la secta incluían rituales chamánicos, en los cuales se consumían drogas psicotrópicas como el mezcal y otras sustancias alucinógenas. Estos rituales se realizaban incluso en contra de la voluntad de las víctimas, una vez que estas habían sido sometidas y su voluntad anulada. Algunos de estos actos eran filmados por los líderes de la organización en el chalet de Pobla Tornesa, donde también se habrían cometido abusos sexuales.
La captación de víctimas
La secta se centraba en captar a jóvenes en situación de vulnerabilidad emocional. La mayoría de las víctimas tenían alrededor de 20 años y se encontraban en un estado anímico bajo debido a problemas personales o emocionales. Algunas de ellas habían estado involucradas con el grupo durante más de 15 años, incluso desde que eran menores de edad.
La maestra utilizaba diversas técnicas de control, persuasión y dependencia emocional para manipular a las víctimas y alejarlas de su entorno más cercano. De esta manera, lograba integrarlas en la «Familia del Alma» y ejercer un control absoluto sobre sus vidas.
Las consecuencias y el fin de la secta
La desarticulación de «La Familia del Alma» ha permitido liberar a más de un centenar de víctimas que se encontraban bajo el yugo de esta organización destructiva. Muchas de estas personas han presentado denuncias, lo que ha permitido identificar a otros miembros de la secta y ampliar el alcance de la investigación.
En el registro realizado en el chalet utilizado por la secta, se han encontrado pruebas contundentes, como una importante suma de dinero en efectivo, sustancias psicotrópicas utilizadas en los rituales y documentos relacionados con las víctimas. Todo este material ha sido puesto a disposición de las autoridades correspondientes para su investigación.
Conclusión
La desarticulación de la secta «La Familia del Alma» en Castellón representa un paso importante en la lucha contra las organizaciones destructivas que manipulan y abusan de personas vulnerables. La actuación de la Guardia Civil ha permitido liberar a más de un centenar de víctimas y poner fin a las prácticas abusivas llevadas a cabo por esta secta.
Es fundamental seguir concienciando a la sociedad sobre los peligros de las sectas destructivas y promover la denuncia para erradicar este tipo de organizaciones. La cooperación entre las autoridades y la sociedad en general es fundamental para proteger a las personas vulnerables y prevenir que caigan en manos de estos grupos manipuladores.
