De la Villa de las Ferias, su afición por el fútbol y el periódico La Voz de Medina

El día de Reyes de 1967 tenía lugar el primer encuentro del I Campeonato de Fútbol organizado por La Voz de Medina 

Paula de la Fuente-. Puede decirse que ha llovido mucho desde entonces, pero gracias a las voces trovadoras que pueblan nuestras calles, llegan a nuestros días esos capítulos de intrahistoria que no toda la ciudadanía ha tenido la suerte de vivir. Hablamos de un campeonato futbolístico que se forjó allá por 1967 y que, casualmente, organizó este mismo periódico: La Voz de Medina.

En un gélido enero de hace concretamente 56 años -prueba de ello son las noticias que se observan relativas a una intensa nevada en Medina del Campo- daba comienzo el I Campeonato de Fútbol organizado por La Voz de Medina. «El primer encuentro se celebró a las 12 de la mañana entre los equipo Casal Parroquial B y el San Fernando, acudiendo numeroso público y demostrando así un gran interés por este deporte y por este torneo, que sin duda será seguido con mucha animación, por sus valiosos trofeos y por la afluencia de grandes equipos locales y comarcanos», decía la crónica de este semanario impreso.

Un total de seis equipos formaron parte de este torneo: El Rayo, San Fernando, Casal A, La Estrella, Casal B y Olimpia. Las alineaciones de varias plantillas también se daban a conocer al lector. Así, La Estrella contaba con Félix; Carlos, Agustín Alejandro; José Luis; Eliseo, Mauro, Javier, Tomás y Jesús. Por otro lado, el Casal A tenía en sus filas a Gil; Pozo, Alejandro, Trejo; Fidel, Trimiño; Barbado, Manín, Bello, Antonio y Roldán. Así hasta llegar a ‘El Rayo’, con Geñi; José, Pirri; May; Carmelo, Pinturas; Paulino, Chuchi, Juan, Ricardo y Burgoa. Por su parte, el Olimpia estaba conformado por Villaescusa; Aurelio, Mauricio, Portu III; Germán, Domenech; Maríano, Julio, Fausto, Tijero y Portu II. Una información firmada por F. Javier Casado, que casualmente figura en la fotografía cedida a este medio para ilustrar la noticia.

De igual manera, el Casal B contaba con la siguiente plantilla: Estrada; Castro, E. Becerra, Crespo I; A. Becerra, Víctor; Escobar, Velasco, Pisador, Crespo II y Carpintero. Mientras, el San Fernando: Santos; Redondo, Yuguero, Arteche; Carlos, Espinosa; Pablo, Ángel, Constancio, Chus y Felipe.

Para el disputado torneo se contó con un buen número de trofeos, entre los que se destacó en La Voz de Medina de entonces uno bajo la firma internacional de Domar-Pingüino por mediación de Electrodomésticos Gavilán, donde se expuso la gran copa. Además, otros dos donados por González Ruiz, Muebles Mohi-Gar y la Imprenta Manuel Mateo. Y es que no solo medinenses formaron parte de este torneo, también vecinos y equipos llegados desde Rodilana, Pozaldez y Matapozuelos.

En cuanto a los encuentros, la tierra fue el terreno de juego de los mismos. Así, había dos enclaves fundamentales: tanto el Campo de Fútbol de los Militares, como el de Acción Católica. Eran los propios jugadores los que, con esfuerzo, conseguían recaudar alguna que otra peseta para sufragarse el material y al entrenador, al que no le hacía falta mucho más que algún que otro café. Una plantilla que combinaba trabajo y afición desmedida, hasta el punto de llegar a jugar en más de un equipo en tan solo un año.

Carlos de la Fuente, uno de los integrantes del equipo de «El Rayo» cuenta cómo los hermanos Barragán, Francisco «Chirrín» y Paulino, fundaron dos de los equipos del torneo, tales como El Rayo y el San Fernando. Un nacimiento que se fraguó en el entorno del popular barrio de La Mota. Solían entrenar en el prado del lavadero del chorro, así como en los -todavía sin edificar- prados de Barrientos.

Un pequeño gesto de la gran afición al fútbol que guardaba entonces Medina; una villa en la que cualquier excusa era buena para celebrar cualquier tipo de partido amistoso apalabrado en escenarios como el cine, lugar en el que confluían vecinos de toda la comarca medinense. En esta línea, varios jugadores que formaron parte tanto de amistosos como de este torneo de La Voz de Medina, llegaron a ser destacados jugadores de la Gimnástica Medinense. A alguno de ellos, como Caíto, el tiempo parece no pasar por él, al podérsele ver a día de hoy en gran cantidad de ocasiones corriendo densas maratones.

He aquí unas breves líneas de Medina del Campo, su afición por el fútbol y La Voz de Medina como pilares fundamentales de aquella villa de la que algunos poco conocimos pero, son los testimonios de nuestras gentes, nuestras familias -o mi padre en este caso- los que abren una grieta en el tiempo para mostrarnos aquella entrega de todo un pueblo, que disfrutaba, apoyaba y saboreaba cada encuentro deportivo futbolístico.