Editorial
Se estima que el pasado sábado Medina del Campo consiguió doblar su población. Cerca de 50.000 personas estuvieron presentes en las calles de la villa, en un fin de semana en el que destacó una cita de manera exponencial: El Toro de la Feria.
Un festejo que nació allá por el 2009, y que emanó, desde el primer momento, de la Asociación Taurino Cultural “San Antolín”. En otras palabras, el pueblo se reúne para hacer eventos en los que, el mismo pueblo, goce y disfrute.
Así, y con la colaboración del Ayuntamiento de Medina del Campo y decenas de patrocinadores pertenecientes a distintos sectores de la villa y su Comarca, fueron cuatro los toros que se vieron desfilar por la avenida de Portugal. Ni un solo pero. Porque, como en los colores, a cada aficionado pudo gustarle más o menos cualquiera de los morlacos, pero lo que no se puede discutir es la capacidad y cariño que se pone en la organización de esta cita.
Desde primera hora de la mañana, el ambiente en Medina del Campo se hacía notar. Teléfonos de restaurantes descolgados, terrazas colapsadas, bares que duplicaban plantilla y, en definitiva, talanqueras en las que había “doble fila” para poder disfrutar de la suelta de los toros.
No hay dudas y solo una única certeza: Medina del Campo se paralizó, y rindió, a tal acontecimiento.
De hecho, el gremio hostelero sabía de buena mano cómo iba a transcurrir la noche, ya que un total de cuatro discomovidas fueron convocadas, además de un concierto.
Ya el domingo, en los paseos de vermú y de ida y vuelta al ‘baratillo’ todo el mundo coincidía: “Hacía mucho tiempo que Medina del Campo no se veía así”.
Y es que cuando las cosas funcionan, no hace falta defensa, solo observación. Y como, “al Rey lo que es del Rey”, merece la pena reconocer que la A.T.C. “San Antolín” ha vuelto a cumplir con creces el propósito de poner a Medina del Campo en el centro de la actividad taurina durante el mes de junio, gracias al ya consagrado festejo del “Toro de la Feria”.
Sirven y servirán de ejemplo de muchas entidades que cada año se van sumando en municipios cercanos a la ejecución de este tipo de convocatorias taurinas porque si algo ha demostrado la asociación “San Antolín” es el respeto por lo tradicional, sin pisar ni arrancar las raíces que emanan de la tierra medinense en lo que a toros se refieren y, por contra, fomentando la afición taurina con creces.
Los toros -y una organización de pro- una vez más, sirvieron para dinamizar la actividad económica de Medina y animar a una población que, aletargada, llevaba más de dos años sin ver correr una res por sus calles. Aprovechando el Jubileo que recientemente se ha celebrado en Inglaterra, y viendo la repercusión de esta edición del Toro de la Feria, solo cabe decir: “Larga vida al festejo popular”.
La Voz de Medina y Comarca
