¿Es real el número de parados en Medina del Campo?

Medina del Campo ha resgistrado en Junio de este año 1.737 parados, no cabe duda que la pandemia ha llevado a gran parte del sector servicios a una importante crisis de la que tardará tiempo en salir, pero como en todas las monedas existe otra cara. La caída de los promotores medianos, esos que realizaban obra nueva de entre 30 y 200 viviendas, han desaparecido del mapa y tardarán años en volver y proliferado las pequeñas obras que han beneficiado a los albañiles, pequeñas empresas de construcción, fontaneros, electricistas, pintores etc. Lo que conlleva un aumento de compras en los almacenes de materiales de construcción de la zona.

También la caída de ventas en vehículos nuevos ha relanzado el trabajo de los talleres de coches. La entrada de ayudas de índole estatal hace crecer sensiblemente a las empresas de obra pública. La sanidad privada goza de muy buena salud. Las empresas de transporte locales han sabido ampliar sus servicios y capear el temporal.

Pero la gran pregunta es ¿Si todos estos sectores van tan bien, porque no baja el número de parados de Medina del Campo?.

He podido mantener múltiples conversaciones sobre este tema con varios gerentes de los distintos sectores y coinciden en que son muchas las dificultades para encontrar profesionales.  Haciendo uso de la lógica, se podía pensar,  “que les paguen más y verás como encuentran operarios” pero, ¿Se debe pagar un sueldo de oficial si no tienen los suficientes conocimientos para construir un muro, instalar una calefacción o arreglar un coche?. Históricamente, la mayor parte de los profesionales cualificados en la actualidad empezaron en el grupo denominado “aprendices”, un término que trasladado a estos tiempos, sería contrato en prácticas o de formación. La mayoría de alumnos que salen de la universidad entienden que debe de ser así, y lo aceptan, pero a las personas sin formación universitaria les cuesta más aceptar esta situación, porque prima más el salario de inicio, que la formación, necesaria para abrir las puertas de su futuro futuro. Y si a eso le sumamos, que las retribuicciones no distan mucho de las ayudas del Gobierno por estar en el paro, hace poco apetecible aceptar dichos empleos.

Por otra parte, analizando otros sectores como el transporte, con una demanda de casi 100.000 conductores, el problema suele estar en la negativa a la flexibilidad de horarios, hay que adaptarse a las demandas del cliente, y eso implica pasar muchas horas y hasta dormir lejos de casa, trabajar fuera de un horario habitual. En algunos casos prima más la calidad de vida, que la estabilidad económica, problemática con la que también se encuentran las panaderías, pescaderías, rotativas de periódicos, en definitiva, los sectores que trabajan cuando el resto de la gente descansa.

Si nos fijamos en los servicios de empleo del norte de Europa, los desempleados tienen derecho a un salario mientras dure la situación, pero si demandantes de empleo rechazan una oferta para la que está cualificado perderá el subsidio de desempleo. Con este sistema se garantiza que todo el mundo tenga garantizados unos ingresos, sea cual sea su situación, pero no permite que nadie se convierta en un vividor del Estado.

Según los datos, sólo el 2% de las personas que encuentran trabajo lo hacen a través del antiguo INEM, esto significa que la estructura se ha quedado obsoleta y cara, quizás es el momento de copiar el sistema de otros países donde de verdad funciona.

Javier Cuevas