Comparecencia del Presidente del Gobierno del Plan para la transici?n hacia una nueva normalidad

Redacción.- En primer lugar quiero que mis primeras palabras sean para expresar el sentir del conjunto de la sociedad española por la p?rdida de a lo largo de los pasados dos meses de 23.822 vidas de nuestros compatriotas.
Constituyen un motivo de dolor profundo para sus familias y sus allegados y de un profundo sentido pesar para todos los españoles. Por el desgarro que supone su p?rdida y por las duras circunstancias en las que se ha producido.
Tenemos una doble deuda con todos ellos: primero, tributarles el homenaje que supone vencer y someter al enemigo que nos arrebat? sus vidas; y segundo, rendir el homenaje público a su memoria de toda la sociedad española cuando la epidemia está plenamente controlada y todos podamos participar en ese tributo. Tienen mi palabra de que as? ser?.
Es un desenlace que empezamos a vislumbrar en estos días y que será la recompensa al gigantesco esfuerzo colectivo que hemos librado en las seis Últimas semanas.
En ese sentido van las cifras de nuevos contagios y la situación de nuestro sistema sanitario que nos confirman que hemos logrado doblegar la curva de propagaci?n de la epidemia.
En el mismo sentido van las cifras de personas dadas de alta, que de forma sostenida superan al número de nuevos contagiados diarios. Y junto a ellos, una cifra, imposible de determinar, pero con seguridad elevada y es la de los miles y miles de españoles cuyas vidas hemos salvado gracias al trabajo abnegado de los sanitarios y el esfuerzo y el sacrificio de la sociedad española.
Por eso, el Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad en el que llevamos trabajando desde el Gobierno de Españaña hace aproximadamente un mes adquiere plena actualidad y ha sido aprobado en el Consejo de Ministros celebrado hoy mismo.
Antes de exponerles en sus l?neas generales el Plan de Transición quisiera hacer varias consideraciones sobre su confecci?n:
En primer lugar, se han analizado las principales experiencias internacionales disponibles, con el fin de identificar las mejores pr?cticas para abordar la reactivaci?n econ?mica y social con la m?xima seguridad.
En este sentido, la hoja de ruta com?n para el levantamiento de las medidas de contenci?n del COVID-19 presentada hace unos días por la Comisi?n Europea, en l?nea con las recomendaciones de la Organizaci?n Mundial de la Salud, ha sido y es para el gobierno de Españaña una referencia clave.
En segundo lugar, se han tenido en cuenta las ense?anzas de otros lugares, pero siempre para adaptarlas a la realidad y a la diversidad de nuestro pa?s.
Todo con un único y exclusivo objetivo que es recuperar la vida cotidiana y la actividad econ?mica sin poner en riesgo la salud colectiva.
Quiero destacar que el único prop?sito de este Plan de Desescalada es poner a Españaña en marcha protegiendo la salud y la vida de los españoles. El único prop?sito es acceder a la Nueva Normalidad hasta que no encontremos la vacuna manteniendo a salvo nuestro sistema de salud.
Para la elaboraci?n del Plan hemos recabado la opini?n y propuestas de expertos en el ?mbito cient?fico, sanitario, social y empresarial. De forma paralela y coordinada, se han celebrado reuniones e intercambiado propuestas e ideas con los responsables de las administraciones.
De las auton?micas, por supuesto, pero tambi?n de las provinciales y locales. Por tanto, este Plan es el resultado de un trabajo colaborativo y tambi?n compartido entre distintas instituciones y el conjunto del sector privado: sindicatos, empresarios, sociedad civil en un amplio espectro.
Hechas estas advertencias preliminares perm?tanme responder a la pregunta de mi Última comparecencia del sábado que es pertinente volver a plantear: ?C?mo será la desescalada que se dise?a en el Plan que ha aprobado hoy el consejo de Ministros?
Como dije el sábado, esa transici?n, esa desescalada, será en primer lugar, gradual, en segundo lugar, asim?trica, es decir, diferenciada en funci?n de los territorios, porque la evoluci?n de la epidemia es distinta y finalmente coordinada, porque es necesario trabajar codo con codo las distintas administraciones en este reto tan trascendental que tenemos por delante de nosotros mismos.
En mi Última comparecencia les expres? tambi?n que nos recuperaremos gradualmente, que no será de golpe la actividad y la movilidad social, sino que lo haremos por fases. Por eso la primera idea es que será gradual.
La unidad ser?, en principio de acci?n, la provincia o la isla. No habr? movilidad entre provincias o islas hasta alcanzar la nueva normalidad, salvo en aquellos casos que ya vienen exceptuados en el art?culo 7 del Estado de Alarma que se aprob? el pasado 14 de marzo. Todas las actividades permitidas se podr?n realizar, en consecuencia, en la provincia o en la isla en la que se viva.
En concreto, les anuncio que se han establecido cuatro fases a lo largo de esta desescalada o transici?n que vamos a caminar a lo largo de las próximas semanas.
La primera fase o Fase 0, es la de fase de preparaci?n de la transici?n o de la desescalada, en la que ya precisamente nos estamos encontrando. Es la fase preparatoria en la que además de las medidas de alivio comunes para todo el pa?s, que hemos aprobado y que ya han empezado a beneficiarse el conjunto de la sociedad española como, por ejemplo, la reciente medida aprobada para los menores o la proyectada para el pr?ximo 2 de mayo de salidas y ejercicios individuales de los adultos, se abrir?n peque?os resquicios de actividad econ?mica.
Por ejemplo, la apertura de locales y establecimientos con cita previa para la atenci?n individual de los clientes. Un caso claro que creo que puede ser perfectamente entendible es la apertura de restaurantes con servicio de comida para poder llevar a domicilio, sin consumo en el local. El servicio, claro está, deber? prestarse con la m?xima protecci?n individual.
Otro ejemplo ser?a la apertura de entrenamientos individuales, de deportistas profesionales y federados y el entrenamiento b?sico de ligas profesionales. A lo largo de esta fase, de la Fase 0, de la fase de preparaci?n hacia esa desescalada, se va a intensificar la preparaci?n de todos los locales públicos con se?alizaci?n y medidas de protecci?n para preparar el comienzo de la siguiente fase, que es la Fase I.
La Fase I o Fase inicial, en funci?n de los criterios que más adelante describir?, se permitir? en cada espacio territorial definido, en principio la provincia, el inicio parcial de ciertas actividades.
Algunas de estas actividades son la apertura, por ejemplo, del peque?o comercio bajo condiciones estrictas de seguridad, excepto los centros o grandes parques comerciales, donde son más probables las aglomeraciones y se incrementa más la movilidad para desplazarse hasta ellos; en restauraci?n, la apertura de terrazas con limitaciones de ocupación al 30%; en hostelería, la apertura en esta fase primera de hoteles y tambi?n alojamientos tur?sticos excluyendo zonas comunes y con determinadas restricciones que ser?n planteadas en la consecuente Orden por parte del Ministerio de Sanidad.
En la apertura de locales en la Fase 1 ya les adelanto que se incluir? un horario preferente para mayores de 65 años, que son el colectivo más vulnerable al Covid-19.
En el sector agroalimentario y en el sector pesquero, por su parte, se reanudar?n las actividades que manten?an restricciones.
Y por seguir con los ejemplos, los lugares de culto podr?n abrir limitando su aforo a un tercio.
En el ?mbito deportivo, se contempla la apertura de centros de alto rendimiento con medidas de higiene y protecci?n reforzadas y, si es posible, turnos, y tambi?n se permitir? el entrenamiento medio en ligas profesionales. En el caso del transporte público el uso de la mascarilla estar? altamente recomendado, tanto en la fase 0, como en la Fase I, como en la Fase II, como en la Fase III y luego, l?gicamente, en la nueva normalidad.
La Fase II es la fase intermedia: si se cumplen las condiciones y los marcadores estipulados, en restauraci?n, se abrir? el espacio interior de los locales con una ocupación de un tercio del aforo y garant?as de separaci?n y s?lo para servicio de mesas.
El curso escolar comenzar? en septiembre. Ahora bien, en esta Fase II hemos establecido algunas excepciones para reabrir centros educativos con tres prop?sitos que estoy convencido de que ustedes podr?n compartir: el primero de ellos es el de las actividades de refuerzo, el segundo es el de garantizar que los ni?os menores de seis años puedan acudir a los centros en caso de que ambos padres tengan que trabajar presencialmente y, l?gicamente, tambi?n para celebrar la EBAU.
Por seguir con los ejemplos, se prev? la reanudaci?n de la caza y pesca deportiva. Y en cuanto al ocio y la cultura, se reabrir?n los cines, teatros, auditorios y espacios similares con butaca preasignada y una limitaci?n de aforo de un tercio.
Tambi?n ser?n posibles en esta fase las visitas a monumentos y otros equipamientos culturales como salas de exposiciones, como salas de conferencias, con un tercio de su aforo habitual.
Y se podr?n celebrar los actos y espect?culos culturales de menos de 50 personas en lugares cerrados con 1/3 de aforo; y si es al aire libre ser?n posibles cuando congreguen a menos de 400 personas, siempre y cuando sea sentado.
Los lugares de culto deber?n limitar su aforo al 50% en esta segunda fase.
? La Fase III es la Fase avanzada: En esta fase, la Última hasta recuperar la Nueva Normalidad, una vez que se cumplan los marcadores requeridos, se flexibiliza la movilidad general, si bien se mantendr? la recomendaci?n del uso de la mascarilla fuera del hogar y en los transportes públicos.
Y en cuanto al ?mbito comercial, se limitar? el aforo al 50% y se fijar? una distancia mínima de 2 metros. En la actividad vinculada con la restauracion, se suavizan algo más las restricciones de aforo y ocupación, si bien se mantienen estrictas condiciones de separaci?n entre el público.
Como ven, la regulaci?n es muy prolija porque la casu?stica es muy amplia y he citado algunos casos a t?tulo ilustrativo. Posteriormente se dictar?n las correspondientes ?rdenes por el Ministerio de Sanidad para establecer las normas y detallar todos los supuestos y sus condiciones.
Desde estas bases, tambi?n les anuncio la duraci?n de la desescalada. Es importante advertir algo que hemos aprendido en estos meses de batalla con el virus, y es que cada una de las 3 fases descritas tendr? una duraci?n mínima de dos semanas. Dos semanas, ?Por qu?? Porque es el periodo medio de incubaci?n del virus.
?Esto qu? significa? Significa que en el mejor de los casos, la etapa de la desescalada, de transici?n hacia esa nueva normalidad, tendr? una duraci?n mínima, en cada territorio, de seis semanas, aproximadamente, en consecuencia, un mes y medio. Y la duraci?n m?xima tentativa, en el caso de que todo transcurra como hasta ahora, por eso quiero decirlo entre par?ntesis, y con la m?xima precauci?n, queremos que sea de ocho semanas para todo el territorio español.
Por tanto, a finales de junio estar?amos como pa?s en la nueva normalidad si la evoluci?n de la epidemia está controlada en todos y cada uno de los territorios.
El horizonte y el per?metro, por lo tanto, están auditados y planificados. El Gobierno de Españaña tiene el horizonte y la estrategia clara.
El pr?ximo fin de semana se permitir?, como anuncie en mi Última comparecencia, la actividad f?sica individual y los paseos con las personas que uno o una convive, siempre y cuando la evoluci?n sea como hasta ahora.
El pr?ximo lunes 4 de mayo, entrar?amos en la fase 0 todos los territorios y dada la incidencia mínima de contagios y si la evoluci?n tambi?n lo permite, la isla de Formentera en las Islas Baleares y las islas La Gomera, El Hierro y La Graciosa en Canarias anticipar?n unos días, al cuatro de mayo. su desescalada situ?ndose en la Fase 1. Por lo tanto, salvo estas islas el conjunto del territorio español se situara el
4 de mayo en la Fase 0. Estas islas situadas tanto en Canarias como en las Islas Baleares ser?n desde el 4 de mayo en la Fase 1 que antes he descrito.
El pr?ximo lunes 11 de mayo todas las provincias que cumplan los requisitos del Panel integral pasar?n directamente a la Fase 1. Y a partir de aqu? quincenalmente evaluare el Ministerio de Sanidad, tambi?n en coordinaci?n con las Comunidades Autónomas, el cumplimiento de los marcadores para cada una de las provincias o islas hasta aproximarse al calendario tentativo.
Entramos, como dije en mi Última comparecencia, juntos y saldremos juntos como pais. Y si lo hacemos unidos y coordinados, yo estoy con vencido de que lo lograremos mucho antes de lo que inicialmente hemos previsto.
A diferencia de lo que ha sucedido durante el confinamiento general, como ven, en la desescalada no avanzaremos todos a la misma velocidad, pero s? lo vamos a hacer con las mismas reglas. Descenderemos en equipo. Descenderemos a distintas velocidades, de forma asim?trica pero lo vamos a hacer de forma coordinada. Mediremos cada semana, semana a semana cada paso en cada lugar y antes de seguir avanzando consolidaremos los pasos anteriores.
No hay un calendario, en consecuencia, cerrado y uniforme para la desescalada. Avanzaremos en cada lugar tan r?pido como lo permita el control de la epidemia; y tan lento, l?gicamente, como lo exija la protecci?n de la salud de los ciudadanos.
Al concluir estas tres fases en cada territorio habr? concluido la desescalada y podremos decir que cada provincia o unidad territorial ha accedido a la situación de nueva normalidad, en tanto llega, l?gicamente, como he dicho al principio de mi intervenci?n, la vacuna o remedio que extinga al virus.
Terminar?n en ese momento las restricciones sociales, econ?micas, pero se mantendr? la vigilancia epidemiol?gica y, sobre todo, las medidas de higiene y protecci?n personal que deber?n persistir hasta que contemos, como dec?a antes, con una vacuna que nos proteja contra el virus.
En segundo lugar, como les he dicho, la desescalada tiene que ser asim?trica. Deber? ser asim?trica. La pandemia; como he dicho en muchas ocasiones, y gracias a la respuesta uniforme, homog?nea, que hemos dado en todo el territorio; la pandemia ha golpeado de manera desigual a nuestro pa?s. Y las defensas sanitarias de las distintas zonas no se encuentran en un mismo estado.
Por otro lado, es l?gico que la diversidad geogr?fica, econ?mica, demogr?fica de nuestro pa?s y la amplia descentralizaci?n de nuestra administraci?n desaconsejan
una desescalada homog?nea que han optado, por ejemplo, otros pa?ses. Por lo tanto, la desescalada, la transici?n hacia esa nueva normalidad, no avanzar? al mismo ritmo en toda Españaña, ni siquiera en cada una de las Comunidades Autónomas. El inicio de la fase I, el tr?nsito a la fase II y de ?sta a la fase III y la desescalada total no ser?n uniformes, en consecuencia, en todo el territorio.
La unidad territorial ordinaria, como les he dicho antes, será la provincia, pero cabr?n excepciones si resultan motivadas por las Comunidades Autónomas y tienen la aceptaci?n por parte de la autoridad delegada, en este caso, del Ministerio de Sanidad. Y en esta unidad territorial será donde se producir? cada avance de fase en funci?n de los criterios objetivos que definir? más adelante. Esta asimetr?a nos permite adaptarnos mejor a cada situación y cada lugar para avanzar hacia un destino final que es el de la Nueva Normalidad.
La desescalada, finalmente, como he dicho antes, tiene que ser coordinada. En tercer lugar. Coordinada. Es decir, se va a regir por unas mismas reglas, aunque se apliquen a velocidades diferentes y en espacios distintos en funci?n del territorio.
Hemos repetido innumerables veces que el virus no distingue de lindes administrativas. Que somos interdependientes. Que la desescalada tiene que ser en equipo. Y en consecuencia, esa coordinaci?n de la desescalada recaer? en el Gobierno de Españaña; en concreto, en el Ministerio de Sanidad, que asumir?, en su condici?n de autoridad delegada en la materia como consecuencia del estado de alarma, las decisiones que sean necesarias para ir recuperando la actividad social y profesional. Insisto en que esta coordinaci?n del Ministerio de Sanidad no supone que las decisiones sean uniformes en todo el territorio nacional.
Al contrario, la desescalada, no me cansar? de repetirlo, será distinta en funci?n del territorio; será asim?trica, es decir, los territorios podr?n avanzar hacia esa nueva normalidad en distintas velocidades. Y estos avances se regir?n por criterios objetivos, públicos -sobre todo de tipo sanitario y epidemiol?gico- y tendr?n muy en cuenta el parecer, l?gicamente, de las Comunidades Autónomas y tambi?n de los Ayuntamientos y de las Provincias. Pero habr? unas reglas coherentes y compartidas para estos avances.
La pregunta es c?mo se determinar? el avance entre una u otra fase en cada lugar. Y la respuesta es clara: En base a criterios objetivos. Es decir, unos marcadores que compondr?n un Panel Integral y que definir?n la disposición en la que se encuentra cada provincia o cada unidad territorial para avanzar.
En mi Última comparecencia hice referencia a ese Panel Integral de Marcadores, que es l?gicamente la recomendaci?n que ha hecho el CAES, que dirige el doctor Sim?n.
?Cu?les ser?n estas reglas, estos marcadores, que dir?n cuando un territorio puede avanzar de fase, debe mantenerse o debe incluso retroceder? Porque puede ocurrir.
En primer lugar, las capacidades estrat?gicas del sistema sanitario, a las cuales en mi comparecencia del pasado sábado hice referencia. Capacidades estrat?gicas del sistema sanitario tanto en su vertiente de atenci?n primaria, que l?gicamente en esta fase de desescalada va a cobrar una importancia absoluta, primordial. Porque evidentemente necesitamos anticiparnos al virus y saber exactamente el momento en que se produce ese contagio. Pero l?gicamente, además de la atenci?n primaria, pues la atenci?n hospitalaria y, en consecuencia, el número de camas UCI que se pueda tener en cada uno de los territorios.
En segundo lugar, y junto a ello, la situación epidemiol?gica en la zona; es decir el diagn?stico e identificaci?n de la situación concreta de la pandemia.
En tercer lugar, la implantaci?n de medidas de protecci?n colectiva en comercios, transportes, centros de trabajo y en cualquier otro espacio público.
Y en cuarto lugar, los datos de movilidad y los datos socioeconómicos.
Estos marcadores ser?n públicos, ser?n transparentes. Estar?n al alcance del conjunto de la opini?n pública de modo que la ciudadan?a pueda conocer los criterios en los que se basan las decisiones, en este caso de las administraciones públicas que van a determinar decisivamente la vuelta a la nueva normalidad en cada uno de los territorios.
En resumen, lo que iniciamos es un trayecto hacia esa nueva normalidad que discurrir? en cada zona a la velocidad que permita la situación sanitaria de esa zona, medida de acuerdo con criterios absolutamente objetivos.
El Gobierno es perfectamente consciente del ansia que viven millones de españoles, sobre todo los más jóvenes, por recuperar cuanto antes el ritmo ordinario de su vida cotidiana.
Lo hemos visto este pasado domingo reflejado en la alegr?a de los ni?os, de las niñas, al regresar al aire libre, al salir de sus casas. Pero tambi?n hemos aprendido la lecci?n importante de estas seis Últimas semanas: y es que nuestros alivios de hoy han sido conquistados con mucho sacrificio por parte de los sanitarios, de los policías y militares, de los trabajadores, de los mayores, de los menores… No los vamos a poner en riesgo por impaciencia.
Si tenemos que elegir entre la prudencia y el riesgo, sin duda alguna el gobierno de Españaña lo que va a hacer es elegir siempre la prudencia. Estoy convencido de que la ciudadan?a sabr? entender, sin duda alguna, las razones.
Justamente en esta etapa de desescalada, de transici?n hacia esa nueva normalidad viene la parte más peligrosa y en consecuencia la parte más dif?cil. Ya no basta con encerrarnos tras los muros de nuestro hogar y con renunciar a salir al exterior para reducir as? las posibilidades de contagio de un virus que se ha demostrado como altamente contagioso. Eso ya hemos demostrado que podemos hacerlo con una disciplina social ejemplar y con una moral de victoria ejemplar como ha demostrado la sociedad española a lo largo de estas largas semanas. Pero ahora toca lo más dif?cil, lo más complejo: seguir cada minuto las reglas de movilidad y actividad social para mantener a raya al virus a la vez que recuperamos palmo a palmo espacios de movilidad y actividad social.
Los protocolos de este trayecto de transici?n, de desescalada han sido elaborados, como siempre ha actuado el gobierno, con el saber de los cient?ficos; la coordinaci?n caer? sobre el Gobierno de Españaña; la gesti?n corresponder? en gran parte a las CCAA, a las provincias y a los ayuntamientos. Pero el protagonista de esta etapa de desescalada son los ciudadanos. Todos y cada uno de nosotros. Vamos a iniciar una traves?a sin disponer de un GPS preciso que nos gu?e porque no existe. Vamos a orientarnos por las certezas que nos da la ciencia, los expertos, y por las lecciones que hemos aprendido en esta batalla en otros pa?ses y tambi?n singularmente en el nuestro. Por eso este Plan es tambi?n flexible y adaptativo, debe ser necesariamente flexible y adaptativo. Pero dependemos unos de otros. Cualquier conducta irresponsable se vuelve contra quien la protagoniza, pero perjudica al conjunto de la sociedad española.
Lo que hemos conseguido, hay que reconocerlo, es enorme. Pero podemos perderlo si no sabemos cuidarlo entre todos y todas. El virus, hay que recordarlo, no se ha ido. El virus sigue ah?, al acecho y continuar? hasta que dispongamos de una vacuna o una terapia efectiva. Y falta tiempo, desgraciadamente, para que eso llegue. Hemos de frenar cuestiones que tienen que ver con la impaciencia ?que entiendo perfectamente- pero esa impaciencia debemos combatirla y frenarla con cautela y guiarnos siempre por lo que dicen los expertos. Con nuestro comportamiento podemos salvar vidas, podemos proteger nuestra vida y podemos volver a recuperar nuestro pa?s. Ese es, en este momento, el mejor patriotismo.
Cada día, no les quepa duda, recibo miles de mensajes y correos de ciudadanos que cuentan su experiencia en esta crisis y ofrecen su punto de vista. Todas, no les quepa duda, son examinadas y tomadas en cuenta. Todas son valiosas porque todas expresan una forma de ver que debemos casar con el conocimiento cient?fico.
Puedo asegurarles que tratamos de escuchar, de tomar decisiones y tambi?n de rectificar cuando es preciso pensando solo en la salud de los españoles y en el porvenir de nuestro pa?s.
En estos días, no hay nadie que no piense en lo que har? cuando lleguemos al final de este descenso. En los reencuentros, en los viajes, en el renacer de planes y proyectos que quedaron aparcados.
Ese día, desgraciadamente, a?n no ha llegado. Hoy nos toca entender c?mo es el camino que nos lleva hasta all?. Comprender que no lo conseguiremos con nuestro caminar en solitario, sino mediante la seguridad que nos proporcionan los dem?s. Que no hay forma de descender solo.
Y, entre tanto, prepar?monos todos y todas para la siguiente tarea que nos aguarda en las calles, en nuestros centros de trabajo: reconstruir unidos el tejido económico y la vitalidad social de Españaña sin dejar a nadie atr?s.
Gracias.