Un informe reciente del eLearning Innovation Center (eLinC) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) arroja luz sobre el impacto inminente de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral. Según el estudio, casi uno de cada cuatro puestos de trabajo se verá afectado por la reestructuración en los próximos cinco años, lo que plantea desafíos significativos para las instituciones educativas y las empresas.
Desirée Gómez Cardosa, analista de tendencias en el Observatorio de Tendencias Educativas e Innovación del eLinC, advierte sobre las consecuencias de la IA generativa, que está empezando a reemplazar funciones cognitivas humanas en diversos sectores laborales. Esta transformación, señala Gómez, se manifestará en tres niveles distintos.
En primer lugar, se espera la creación de nuevos empleos relacionados con el desarrollo de IA y ciencia de datos. Sin embargo, también se prevé la desaparición de roles obsoletos debido a la automatización de tareas, especialmente en sectores como la industria y la programación.
El tercer nivel de impacto será el reciclaje de trabajadores para adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral. Según el Foro Económico Mundial, se estima que el 23% de los empleos actuales requerirán algún tipo de reestructuración en los próximos cinco años.
Este panorama plantea desafíos significativos tanto para los responsables políticos como para los empresarios. La rápida evolución de la IA podría generar disparidades que el mercado laboral tardará en absorber, lo que destaca la necesidad de una formación continua y de calidad para los profesionales activos.
Ante esta situación, las instituciones educativas tienen un papel crucial en la preparación de los trabajadores para las nuevas demandas del mercado. Sin embargo, el analista Manel Fernández Jaria advierte que, si no se toman decisiones estratégicas, la brecha social podría ampliarse aún más entre aquellos con habilidades actualizadas y los que carecen de ellas.
Aunque el futuro exacto sigue siendo incierto debido a la naturaleza volátil de la tecnología, el informe subraya la necesidad de una vigilancia constante y una adaptación rápida a los cambios impulsados por la IA y la robótica avanzada.
