Desde abril de 2022, este servicio ha prestado atención a los pacientes incorporados en el área de influencia del Hospital de Medina del Campo
Paula de la Fuente
A lo largo del pasado 2023, la Unidad del Dolor de Medina del Campo atendió hasta 812 consultas y un total de 403 procedimientos. Así, dentro de las demandas con mayor índice de atención, destaca la lumbalgia y lumbociatalgia, seguido de la cervicobraquialgia, el dolor postquirúrgico o cicatricial y el dolor neuropático, tal y como muestran los últimos datos trasladados por el Sacyl. Pacientes que, de no ser por la existencia de esta consulta en la Villa de las Ferias, se habrían visto obligados a trasladarse a los hospitales de Valladolid ciudad.
Pero, ¿qué función tiene esta Unidad del Dolor? tal y como explican desde este ente regional de Sanidad, el dolor es el síntoma que con mayor frecuencia lleva a la población a la consulta médica. Cuando se prolonga durante más de tres meses, se considera que existe un cuadro de dolor crónico, que provoca graves repercusiones sobre la calidad de vida del paciente y sobre la sociedad, por los costes asociados y la alteración en la vida laboral.
Hace más de una década, el Servicio de Anestesiología del Hospital de Medina del Campo presta atención a pacientes con cuadros de dolor complicados. Sin embargo, la Unidad del dolor de este centro de Sacyl comenzó a tener actividad programada como tal en abril del año 2022. Este servicio está coordinado con la Unidad de Dolor de Valladolid, con la que se comparten protocolos de evaluación y tratamiento. «Algunos pacientes, una vez valorados y tratados en la Unidad del Dolor, son derivados a la Unidad de Valladolid para recibir terapias más complejas o invasivas», explican desde el Sacyl.
En cuanto al procedimiento de actuación, la actividad que se realiza en esta unidad medinense se lleva a cabo en consulta presencial, donde se valora y explora al paciente, además de analizar las pruebas complementarias para llegar a un diagnóstico y pautas de tratamiento. Posteriormente, el seguimiento del usuario suele realizarse en consulta no presencial, «para evitar el desplazamiento, sobre todo, de los más avanzada edad, dada la dispersión geográfica de las zonas básicas que atiende el Hospital de Medina del Campo», explican desde este centro asistencial.
En cuanto a los tratamientos, pueden ser farmacológicos o no farmacológicos. Eso sí, ante uno de carácter farmacológico, hay que resaltar que en la Unidad del Dolor se utilizan con frecuencia fármacos no convencionales, que incluyen analgésicos potentes, antidepresivos o antiepilépticos. Dentro del tratamiento no farmacológico se incluye la modificación del estilo de vida, el ejercicio físico adaptado, la fisioterapia y la psicoterapia. En algunas ocasiones, es preciso realizar procedimientos invasivos para el tratamiento de algunos pacientes -por ejemplo, infiltración epidural o de cicatrices dolorosas, bloqueos nerviosos o aplicación de parches terapéuticos-.
¿Cómo se entra a formar parte de la Unidad del Dolor?
Para que un paciente sea atendido en la unidad, es preciso que sea derivado desde Atención Especializada -fundamentalmente Traumatología, Cirugía General, Medicina Interna y Geriatría- o bien desde Atención Primaria. Antes de ser derivados, los usuarios
deben cumplir una serie de requisitos, como es tener dolor crónico -es decir, superior a tres meses, aunque en ocasiones seleccionadas se trate de pacientes con dolor agudo intenso-; el paciente debe haber sido evaluado previamente y tener un diagnóstico etiológico; o bien el implicado debe haber recibido tratamiento adecuado y presentar dolor moderado-severo a pesar de dicho tratamiento.
Si hablamos de procedimientos de la especialidad, la Epidurolisis encabeza la lista de actuaciones en Medina del Campo, con un total de 320 aplicaciones el pasado 2023; le sigue la Infiltración Corticoanalgésica con 66 y cierra el Parche Capsaicina (Qutenza) con 17. Lo que hace un total de la cifra mencionada anteriormente, relativa a esos 403 procedimientos.
En cuanto a las consultas externas, de las 812 totales, 236 hacen alusión a primeras consultas y 576 a consultas sucesivas. En estas segundas mencionadas, 511 fueron no presenciales, frente a 65 presenciales. Por otro lado, esta unidad también atendió 50 consultas de alta resolución.
