La Policía Nacional ha desmantelado en Valencia una red delictiva dedicada a la venta irregular de cadáveres, revelando un oscuro negocio que involucraba falsificación de documentos y facturación fraudulenta a universidades por estudios anatómicos.
La investigación, que se inició a principios de 2023, se centró en la retirada irregular de un cadáver de la morgue de un hospital, donde una funeraria habría falsificado documentos y registros para apoderarse del cuerpo. Este macabro grupo no solo se limitaba a la obtención ilegal de cadáveres, sino que también desviaban los cuerpos hacia universidades para su estudio, sin el consentimiento de los familiares.
El modus operandi de la red incluía la búsqueda de fallecidos sin familiares, preferiblemente extranjeros o aquellos que hubieran vivido en condiciones precarias, asegurando así una mayor impunidad. Incluso se descubrió un caso donde un hombre en una residencia geriátrica, en estado mental deteriorado, habría supuestamente autorizado la donación de su cuerpo.
La trama no se detenía ahí: se reveló que la funeraria realizaba una única incineración y facturaba varias a universidades, aprovechando la disección y desmembramiento de los cuerpos para introducirlos en los féretros de otros difuntos. Esto generó un beneficio considerable para la red, que llegó a facturar 5.040 euros a una universidad por 11 incineraciones no reflejadas en las facturas de las incineradoras locales.
Ante estos hechos, la Policía Nacional ha detenido a los responsables de la funeraria investigada, así como a dos de sus trabajadores, todos ellos acusados de estafa y falsedad documental.
Esta inquietante operación policial destapa un sórdido comercio ilegal que ha conmocionado a la ciudad de Valencia y sus alrededores.
