Miau

Editorial 

En términos de lenguaje, la figura del gato siempre ha suscitado un gran interés. Las letras le perfilan en los libros de brujas y magia como un animal casi de otro mundo, arisco e independiente; felino que caza ratones y al que, a pesar de tener siete vidas, puede matarle la curiosidad. Luego hay otros que ronronean y son cariñosos, como el de Rosario. Aquel que hacía ‘uy, uy, uy, uy’. Pero el gato, o más bien los gatos que hoy nos ocupan son aquellos que ya se ha perdido la cuenta de cuántas veces han sido trasladados a pleno por parte de la formación Gana Medina. Esas colonias felinas que el partido liderado por María Jesús Vázquez invita a cuidar y controlar.

Es digno de análisis porque, a pesar de que únicamente se presentaron dos mociones en pleno y era la socialista la que parecía generar más escamas entre los ediles, nada más lejano de la realidad. Habrá que ir por partes. Los socialistas, con Luis Manuel Pascual a la cabeza, defendieron a ultranza el tener novedades palpables con inmediatez en relación a la Residencia de la Tercera Edad. Y, contra todo pronóstico, y a la espera los asistentes y televidentes de que se lanzaran los trastos a la cabeza, tirando de hemeroteca y espetándose unos partidos y otros todas aquellas cuestiones mal planteadas y efectuadas en el pasado, no fue así.

Como es lógico, un ligero cruce de acusaciones se pudo ver entre PP, PSOE y Medina Primero. De hecho, cabe recordar que Olga Mohíno, portavoz de M1, ya formaba parte del pleno cuando Teresa López comenzó las conversaciones con la Junta para esta cuestión. Ajeno a ello, y con el propósito de un proyecto común, Luis Manuel Pascual sorprendió tendiendo la mano al resto de miembros del pleno para fortificar la senda que derive a los medinenses en la construcción definitiva de este tipo de inmueble, para dotarlo con los servicios óptimos que requiere una residencia de la tercera edad.

Fue curioso ver cómo, incluso Vox, bajo las declaraciones de Natalia Lozano, estaba de acuerdo con el portavoz socialista en todo lo citado, haciendo palpable que, en muchas ocasiones, hay más puntos en común que distantes en corporaciones como la actual.

Pero, como diría aquel, ‘acabásemos’ con la moción presentada por Gana Medina. Una moción que en su fondo parece totalmente comprensible pero que, al menos para el resto de ediles que no formaba parte de la oposición, no en su forma. «No me sorprende que no quieran hablar de gatos, si no quiera quieren hablar de derechos humanos», asestó la portavoz de GM en su turno final, cerciorando que el Consistorio se habría guardado en el tintero la lectura de un manifiesto en contra de la Pena de Muerte -al celebrarse justamente ese día la efeméride de las ciudades en contra de esta pena-.

Puede decirse que esta moción fue mucho más acalorada que la del PSOE, teniendo en cuenta el cruce de acusaciones constante entre ediles como David Alonso, de M1; Aída Escuredo, del PSOE o Borja del Barrio, del PP.

«Vienen aquí a hablarnos de gatitos y yo tengo tres y algunos cogidos en una proyectora y gastando dinero de esterilización porque asumo con responsabilidad tener un animal en casa», se defendió David Alonso, que bromeó con que, de llevarse a cabo la moción de Vázquez, «tendremos que acabar poniendo a nombre del alcalde todos los gatitos que nos encontremos». De hecho, el Ayuntamiento estaría todavía a la espera de que, tal y como señala la ley, la Junta de Castilla y León establezca los protocolos y articule la normativa para proceder a las actuaciones pertinentes con estas colonias de gatos en los municipios.

No hay dudas de que esta Ley de Bienestar Animal sigue suscitando cierto debate y polémica entre la población. Quién sabe si próximamente no se llevarán al pleno más mociones de este tipo. O quién sabe si no seguirá este diario recibiendo constantemente foto denuncias de aquellos que no cumplen la Ley, y siguen dejando sus excrementos por cada rincón de la villa.

La Voz de Medina y Comarca