Un cálido espíritu de solidaridad ha envuelto Salamanca, gracias a la entrega de alimentos y productos no perecederos realizada por la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca al Comedor de los Pobres, operado por la Asociación Amigos del Silencio.
Durante las últimas semanas de diciembre, el vestíbulo del Edificio de Usos Múltiples de la Junta de Castilla y León se convirtió en el epicentro de un acto de generosidad, con ciudadanos y empleados públicos uniendo fuerzas para ofrecer ayuda tangible a quienes más lo necesitan.
Los productos donados, que provienen tanto de empleados públicos como de personas que visitaron el edificio, incluyen alimentos esenciales como legumbres, pasta, aceite, leche, cacao y productos navideños. Además, se han donado artículos esenciales para bebés y niños pequeños, como pañales y leche infantil, añadiendo un toque de calidez a esta temporada festiva.
El Comedor de los Pobres, parte integral de la Asociación Amigos del Silencio desde su fundación en 1994, despliega un abanico de servicios para personas en diversas situaciones vulnerables, desde desempleados hasta aquellos con dificultades socio-sanitarias o adicciones. Su compromiso abarca desde la distribución de alimentos y atención psicológica hasta apoyo educativo y fomento de la fe cristiana.
