En una operación policial clave, la Policía Nacional detiene a dos hombres como presuntos responsables de un delito contra la salud pública en Burgos. El desmantelamiento de este punto de venta de MDMA y hachís, ubicado en la zona sur de la ciudad, es destacado por la juventud de los ‘clientes’, en su mayoría menores de edad.
La investigación, que se extendió durante seis meses, concluyó hoy con la detención de dos individuos señalados como principales suministradores de estupefacientes en la zona. El foco de venta, conocido por las autoridades, representaba no solo un problema de tráfico de drogas sino también de seguridad ciudadana, con reyertas frecuentes que preocupaban a la comunidad local.
Los detenidos, identificados como D.F.R y A.B.B, operaban desde un inmueble de la zona sur de Burgos. La complejidad de la investigación radicaba en acumular pruebas suficientes para garantizar el éxito policial y resolver problemas de seguridad ciudadana derivados de altercados en el interior del edificio.
La operación destaca por su minuciosidad, revelando que las ventas, mayormente en el interior del inmueble, permitían incluso el consumo en el lugar. Esto, conocido como ‘narcopisos’, presenta un desafío adicional para los agentes, ya que los compradores raramente salen del lugar con sustancias comprometedoras.
La venta de drogas en este ‘narcopiso’ generaba conflictos violentos y reyertas frecuentes debido a la gran afluencia de clientes y la variedad de sustancias comercializadas. La mayoría de los consumidores eran jóvenes, incluyendo menores de edad, aumentando así la peligrosidad y el riesgo sanitario asociado a estas sustancias.
Durante la detención, con el respaldo de unidades de seguridad ciudadana, se practicó un registro domiciliario. Más de 200 dosis de MDMA, más de 1.000 gramos de hachís y varias dosis de cocaína fueron incautadas, junto con numerosas armas blancas distribuidas por todo el inmueble.
La importancia de esta operación va más allá de la cantidad de droga incautada. Además de erradicar otro punto negro en el núcleo urbano de Burgos, supone un alivio para la comunidad vecinal, que se veía afectada por la inseguridad generada por esta actividad delictiva. La Policía Nacional, en su labor de erradicar la venta de sustancias estupefacientes, contribuye así a la seguridad ciudadana y la convivencia armoniosa en la ciudad.
