En vísperas navideñas, una ola de ciberestafas amorosas sacude el corazón y la economía de las víctimas. Bajo el término «romance scam,» los delincuentes juegan con la vulnerabilidad emocional para forjar falsas relaciones sentimentales, dejando a las víctimas en la ruina. La estafa, que se intensifica en la temporada festiva, ha causado estragos en todo el mundo, con Estados Unidos registrando estafas por 1.300 millones de dólares en 2022.
Expertos señalan que plataformas como Instagram y Facebook son los canales preferidos por los estafadores para ejecutar estos fraudes en España y Estados Unidos. La situación se agrava durante la Navidad, ya que la soledad se percibe como una desgracia, y la fantasía de un nuevo comienzo puede llevar a más personas a caer en estas trampas.
El perfil de los estafadores:
Los ciberdelincuentes detrás de estas estafas suelen ser hombres con rasgos narcisistas y psicopáticos. Operando desde la impunidad del anonimato en redes sociales, utilizan tácticas manipuladoras sin empatía hacia la víctima. Usan perfiles falsos, a menudo con fotos robadas, para atraer a sus víctimas, creando una ilusión de estabilidad emocional y financiera.
El perfil de las víctimas:
Mayormente mujeres de mediana edad, estas víctimas suelen ser independientes económicamente y con estudios superiores. Buscan relaciones duraderas y comparten un ideal romántico del amor. Su vulnerabilidad radica en experiencias amorosas traumáticas previas o la sensación de discriminación social por no tener pareja.
Cómo operan:
La estafa comienza en plataformas de citas y redes sociales, tras lo cual la comunicación se traslada a correo electrónico, mensajería instantánea o llamadas telefónicas. Los ciberdelincuentes construyen relaciones virtuales, declaran amor y luego inician tramas inventadas para solicitar dinero, que comienza siendo una cantidad relativamente pequeña y aumenta con el tiempo.
Consejos para evitar la estafa:
Expertos aconsejan mantener la calma, tener precaución, no apresurarse en relaciones virtuales, y, sobre todo, no entregarse a promesas en línea. La información digital siempre deja rastro, y aunque la vergüenza puede evitar algunas denuncias, los expertos aseguran que perseguir a los delincuentes es posible.
