Redacción.- Un informe anual publicado por Ecologistas en Acción ha revelado que los niveles de ozono en Castilla y León han alcanzado cifras sin precedentes este año, desencadenando una crisis medioambiental en la región. Según el reporte, los frecuentes episodios de calor durante la primavera y el verano elevaron los niveles de ozono, afectando a toda la región castellano-leonesa.
Este contaminante, estrechamente vinculado al cambio climático, se forma en la superficie terrestre debido a la combinación de diversos contaminantes emitidos por el transporte, la industria y la ganadería intensiva. A pesar de la ausencia de una fuente humana directa, los altos niveles de ozono han afectado a toda la población y territorio de Castilla y León en 2023, según la referencia del valor diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
El documento también destaca que a pesar de tres sentencias que condenan a los Gobiernos de Castilla y León y de España por la falta de planes efectivos sobre el transporte, la industria y la ganadería intensiva para reducir los niveles de ozono, la situación sigue empeorando. Además, las administraciones públicas han sido criticadas por la falta de información adecuada a la ciudadanía y por la ubicación inadecuada de las estaciones de medición del ozono, lo que ha llevado a Ecologistas en Acción a solicitar su reubicación parcial ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
El ozono, responsable de aproximadamente 2,500 muertes al año en España, representa un problema sanitario grave y un costo significativo para la economía. A pesar de la pandemia de COVID-19, que demostró la efectividad de reducir las emisiones de precursores del ozono mediante la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria y los edificios, las autoridades locales de Castilla y León han fallado en implementar medidas efectivas para combatir esta crisis medioambiental.
El colectivo ecologista insta a las autoridades locales a priorizar la salud de los ciudadanos y a tomar medidas inmediatas para reducir la contaminación del aire por ozono, incluyendo la disminución del tráfico motorizado, la eficiencia energética y la penalización fiscal de los vehículos diésel. Además, se hace un llamado urgente para cumplir con las obligaciones legales establecidas para establecer zonas de bajas emisiones en las ciudades, con el fin de mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático en la región.
