Redacción.-
En el marco de la operación «Bunny», la Guardia Civil ha logrado la detención de un individuo involucrado en un violento incidente en el que dejó heridos a dos guardias civiles al embestir con un todoterreno al vehículo oficial de los agentes. Este sujeto, con más de un centenar de antecedentes policiales, enfrenta cargos por tentativa de homicidio, amenazas y daños.
La operación se inició en febrero, cuando esta persona se encontraba siendo buscada por la justicia debido a una serie de amenazas y delitos que incluían posesión de arma de fuego, maltrato animal y violencia de género, todos ellos graves y preocupantes.
Los hechos se desarrollaron en la pedanía lorquina de La Escucha (Murcia), mientras una patrulla de Prevención de Seguridad Ciudadana llevaba a cabo una vigilancia en torno a la vivienda del individuo. El sospechoso, sorprendentemente, apareció a bordo de un vehículo todoterreno y embistió sin previo aviso al vehículo oficial, dejando a los guardias civiles heridos y el coche seriamente dañado e inutilizado.
Tras el incidente, el delincuente se encontraba prófugo, pero la Guardia Civil mantuvo activas todas las líneas de investigación para dar con su paradero. Su conocimiento del entorno le permitió moverse y ocultarse en la zona con facilidad, a pesar de carecer de permiso de conducir, utilizando su todoterreno como medio de movilidad.
A pesar de las vigilancias previas que arrojaron resultados negativos, las autoridades lograron determinar que el individuo se ocultaba en el techo de la vivienda en un zulo especialmente habilitado para ello. Además, encontraron un segundo escondite, camuflado bajo la cama de una de las habitaciones, lo que refleja la meticulosidad de su escondite.
Este no es el primer incidente grave en el historial del detenido. En octubre de 2020, fue arrestado como presunto autor de un atropello intencionado que involucró a cuatro personas que se encontraban en la terraza de un bar en El Esparragal-Puerto Lumbreras. Su violento comportamiento lo había llevado a ser denunciado en numerosas ocasiones por amenazas.
La operación «Bunny» involucró a agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil, incluyendo Policía Judicial, Seguridad Ciudadana, el Equipo ROCA y el Equipo de Drones, para llevar a cabo la entrada y registro de la casa de campo donde se escondía el detenido. Las diligencias instruidas y el detenido fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Lorca (Murcia), cuyo titular ordenó su ingreso en prisión.
