– ¿Qué quieres que te diga? Yo veo a algunos bailar la jota de Medina y parece que están pisando brasas mientras cuelgan la ropa en el tendedero.
– Hace ya un mes de las fiestas.
– ¿Y qué? Todavía andan pidiendo explicaciones de cuánto han costado realmente, igual que se las pedían a ellos cuando gobernaban. Es lo malo de tener la memoria justita para pasar el día, que se olvidan de lo que “decíamos ayer”. Por eso ahora vale cualquier mentira, cualquier cambio de opinión. Da igual que hayas jurado que nunca pactarías con Tal y con Cual. Lo haces y no pasa nada. Da igual que niegues tres veces o quinientas lo de la amnistía, ya encontrarás un resquicio legal, un mínimo agujero para metérsela al ciudadano, aunque le duela, pero el fornicio político es así. Porque el votante está a otras cosas, a intentar sobrevivir con el aceite de oliva a 12 euros y otros atropellos que no caben en este reducido espacio. Al final nos ganan por agotamiento. Es tanta la basura que generan que ya no nos huele a nada. Pero no solo es a nivel estatal, cada Comunidad Autónoma y cada pueblo tiene lo suyo, sean del partido que sean. Aquí, por ejemplo, tienes lo de la residencia de mayores o lo de la piscina cubierta. Son cosas que se prometen arreglar en breve porque siempre “estamos trabajando en ello” pero pasan los meses y los años sin que se vean los resultados. Nos acabará pasando como en Cuba, que se caen los edificios en el centro de La Habana por falta de mantenimiento. La piscina cubierta y el parador de San José son dos ejemplos. De la residencia, lo que se les ha debido caer es el proyecto en alguna papelera y no es plan de bajarse del caballo para rebuscar. Eso se hacía antes en los majuelos. Además éstos tienen la excusa de que los otros tampoco pusieron un ladrillo y así vamos peinando canas sin saber dónde acabaremos.
– Y yo que venía tan contento de las vacaciones…
Rodrigo V.
Como siempre buenísimo artículo Rodrigo.
Lo único que nadie se da por aludido.
Que nivel político tenemos, solo saben mirar su ombligo.