Redacción.-
La Junta de Castilla y León ha anunciado una inversión significativa para fortalecer la actividad investigadora en las universidades públicas de la región. En una medida destinada a impulsar los proyectos de investigación y retener el talento en el sistema científico de Castilla y León, se han destinado más de 4 millones de euros para la contratación de 100 técnicos de apoyo a la investigación.
La resolución de estas ayudas, publicada hoy en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), marca un hito en el apoyo a la investigación en la comunidad. Este incremento presupuestario del 45 % con respecto a la convocatoria anterior permite un aumento del 25 % en el número de plazas disponibles.
En el marco de esta iniciativa, 37 egresados de Formación Profesional y 63 universitarios serán contratados por las universidades públicas de Burgos, León, Salamanca y Valladolid. Para ser elegibles, los beneficiarios deben estar empadronados en municipios de Castilla y León e inscritos en el Registro Nacional de Garantía Juvenil.
Los técnicos de apoyo serán supervisados por investigadores experimentados y sus contratos tendrán una duración máxima de dos años, con una ayuda económica anual de hasta 21.500 euros. La selección de candidatos se ha basado en la nota media obtenida en la titulación requerida para el puesto solicitado.
Esta convocatoria se enmarca en el Programa Operativo de Empleo Juvenil, financiado por el Fondo Social Europeo Plus y la Iniciativa de Empleo Juvenil, y está diseñada para jóvenes desempleados o recién formados de entre 16 y 30 años.
Desde su inicio en 2015, esta línea de ayudas ha mejorado significativamente el acceso de los jóvenes al empleo relacionado con su formación, brindando oportunidades para que adquieran experiencia en sectores específicos y se integren en el mundo laboral. Además, ha permitido que las universidades cuenten con el personal técnico necesario para sus proyectos de investigación.
Un estudio de las trayectorias laborales de los beneficiarios anteriores revela que el 70 % de ellos obtuvo su primer empleo a través de esta iniciativa, mientras que el 25 % había trabajado en empleos que no correspondían a su formación. Solo el 5 % había tenido contratos adecuados antes de recibir la ayuda.
Tras completar sus contratos, muchos de estos jóvenes han encontrado empleo en empresas de Castilla y León relacionado directamente con su formación o han sido contratados por las universidades de la región en las que se han capacitado. Al finalizar el período de apoyo, el 66,67 % de ellos estaban trabajando en puestos que coincidían con su titulación, demostrando el éxito de esta iniciativa en la integración laboral de los jóvenes en Castilla y León.
