Redacción.-
El Ministerio de Consumo ha dado un paso sin precedentes al abrir el primer expediente sancionador a una empresa organizadora de eventos y festivales en diferentes partes del país.
El motivo de esta drástica medida es la imposición por parte de la compañía de una cláusula arbitraria que prohíbe a los asistentes acceder al recinto del festival con comida o bebida del exterior, pudiendo incluso denegarles la entrada tras un registro.
Sin embargo, lo que ha levantado mayor polémica es la especificidad de estas restricciones. En cada uno de los festivales organizados, se ha concretado una lista de alimentos permitidos, como botellas de agua pequeñas, piezas de fruta, sándwiches o snacks precintados. Pero, de manera contradictoria, también se ha impuesto la prohibición de llevar bocadillos o comida casera precintada con papel de plata o film.
Además, se está investigando un sistema de pago con pulseras cashless, que la empresa impone en los eventos que ya están a la venta, con el objetivo de eliminar el uso de dinero en efectivo. Lo controvertido es que el sistema de pulsera cashless es la única forma de pago aceptada dentro del recinto del festival, y la devolución de cantidades inferiores a 2 euros está prohibida debido a unos gastos de gestión de 1,5 euros. Estas prácticas se consideran cláusulas abusivas, y también se investiga la negativa a aceptar el pago en efectivo.
Las sanciones previstas para estas infracciones son severas, calificándose como infracciones graves o muy graves, lo que puede acarrear multas que oscilan entre 10.001 y 100.000 euros para las graves, y entre 100.001 y 1.000.000 de euros para las muy graves.
Además, si el beneficio ilícito obtenido por estas prácticas supera las cantidades mencionadas, las sanciones podrían llegar a ser hasta cuatro o seis veces el beneficio ilícito obtenido, para las infracciones graves, y entre seis y ocho veces el beneficio ilícito obtenido, para las muy graves.
Esta histórica decisión busca proteger los derechos de los consumidores y evitar prácticas abusivas en eventos tan populares como los festivales de música. El Ministerio de Consumo reafirma su compromiso con la defensa del público y se muestra firme en la lucha contra cualquier forma de abuso y restricción injustificada.
