Cinco lobitos tiene mi cama, cinco angelitos…
No, así no es, Voy a buscarlo. Y fui. Y lo busqué. Y encontré en la red multitud de posibles letras “originales” de la dichosa canción. Por ejemplo: “Cinco lobitos tiene la loba, cinco lobitos detrás de la escoba. Cinco lobitos, cinco parió, y a los cinco lobitos, tetita les dio”. En otras versiones cambian la tetita por “la leche les dio”. En algunas incluyen una estrofa que empieza “Palmas, palmitas”. En otras hablan sobre los dedos de la mano: “Pulgar, pulgar, se llama éste”. En fin, una locura. Y en eso se convertirá la “verdad” de aquí a unos años, en lo que digan las fuentes consultadas, que no siempre serán las mismas ni responderán fielmente a la realidad, ya que habrá distintas versiones y forofos de cada una. Los que nacimos en la era analógica vivíamos muy tranquilos sabiendo que la única verdad estaba en la enciclopedia de varios tomos que había en el cuarto de estar. Como mucho, íbamos a la biblioteca para ampliar datos. Ahora no. Ahora todo es relativo, variable, modificable, pasajero. Lo que hoy es cierto, mañana puede ser un bulo y viceversa.
Pero volviendo a los animalitos, dejamos a la loba y nos pasamos al oso, al manantial El Oso, del que se embotella el agua con la marca URSO en la que Cristiano Ronaldo ha metido unos ahorrillos y anda por ahí de promoción. Pinché en la foto de la botella para verla bien y me llevó a Twitter, donde había un amasijo de garabatos ilegibles para mí. Coño, qué raro escriben los portugueses. Pero no. Eran árabes deseosos de probar aquel líquido elemento.
Después de la loba y el oso, me pasé al pescado: “Dabiz Muñoz probó esperma de pez globo y no descarta incluirlo en los platos de su restaurante”. Ahora solo falta que Dabiz y CR7 promocionen juntos en Arabia el agua de El Oso y el esperma de pez globo para unir a cristianos y musulmanes por el paladar. Yo seguiré siendo analógico y comiendo jamón. Y seguiré sin recordar la letra de “Cinco lobitos”.
Rodrigo V.
