Redacción.-
Este viernes ha fallecido el vecino de Medina del Campo Agustín García Manzano, a los 50 años de edad, tras la grave cogida que sufrió el pasado sábado 12 de noviembre en Traspinedo, y que le obligó a ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital del Río Hortega de Valladolid. Después de varios días en estado crítico, finalmente ha muerto.
El trágico suceso se produjo durante la celebración de un encierro con motivo de las Fiestas de San Martín en la localidad vallisoletana, cuando uno de los astados asestó al medinense dos cornadas, una en la pierna y otra en la zona de la espalda; aunque la peor parte se la llevó al impactar su cabeza con el hormigón provocándole un traumatismo craneoencefálico.
«Chapi», apelativo con el que era conocido, persona muy querida en la Villa de las Ferias Campo y al que le apasionaba participar en los festejos populares, incluidos los encierros de San Fermín en Pamplona.
Yo se lo conocía personalmente y era de esas personas que transmitía alegría y optimismo. Ha tenido mala suerte..
Persona querida en Medina que transmitía alegría, rodeado siempre de buena gente. Siempre en el recuerdo amigo.
Persona de 10 que se le echará de menos en las carreras.
Muy bien, muy querida, muy buena persona, pero estas salvajadas seguirán celebradonse.
P-M. de pueblos y pueblerinos.
El peaje de la tradicion.
¿Consideras tu comentario apropiado a la noticia? Mucho querer mal, a los animales, y ni una gota de respeto a las personas…
Precisamente porque amo a las personas mucho más de los que amo a los animales deseo que estas «tradiciones» dejen de realizarse de una p.vez. ¿Estaís dipuestos tú y los que acuden a este tipo de eventos a ello, o es consideras que es algo totalmente conssutancial y perfectamente asumido a la realización del mismo?
Sube la cielo «la maquinaria», que tristes nos quedas a tod@s!!!
Me duele mucho..
Muy mala suerte .
Hombre, mala suerte es el que se mata por caer desde un andamio a pesar de cumplir todas las medidas de seguridad, ó el que se muere por darse de frente en la autovía contra uno que se metió en dirección contraria, pero llamar mala suerte al que se muere por ponerse delante de un toro, como que no es precisamente mala suerte.