14.4 C
Medina del Campo
domingo, abril 28, 2024

Accede a la edición impresa de La VOZ

Ecos de las tauromaquias medinenses de otros tiempos

-

- Advertisement -

P. De la Fuente-. Sepia. Ese es el color de las páginas que guardan la más historia ‘reciente’ de las Ferias y Fiestas de San Antolín y de su actividad estrella: los encierros tradicionales. Y es que La Voz de Medina y Comarca, desde su fundación en 1959, no ha hecho más que difundir y poner en valor las más afables tradiciones que se han venido celebrando en la Villa de las Ferias.

Una villa que no ha hecho más que poner, recientemente, fin a este periodo festivo, y que ahora se ve inmersa en la posibilidad de elevar a la Junta de Castilla y León la posibilidad de declarar a los encierros tradicionales, de Interés Turístico Internacional.

Historia no falta, pues al sólido relato de tiempos inmemoriales donde los festejos se vinculaban a acontecimientos religiosos o bien regios, se le suman aquellas otras citas ya de corte popular y tradicional, ligadas a “tan solo” unas décadas pasadas.

Narraciones que emanaron del puño y letra de Felipe Ruiz Reguero, periodista en esta cabecera, que en 1988 puso en el foco a Juan Mozo, apodo que estaba detrás de Juan García Hernández, nacido en 1874 y fiel protagonista de las fiestas de San Antolín, que “se dedicaba a dar toros para las capeas, por vivir en el centro de las ganaderías salmantinas”. Era definido en este semanario, en la década de los 80, como “el típico charro con gran sombrero negro, recta palabra y finos modales; conocedor de muchos alcaldes, al contratar los Ayuntamientos a sus reses casi siempre verbalmente”.

De hecho, contaba Ruiz Reguero que “si en algún pueblo le salían los novillos mansos y los mozos del lugar le sacaban cantares, sin enfadarse, les decía que subieran al palco a cantárselos, que quería aprendérselos”.

Pero es que este popular Juan Mozo, estuvo durante dos años, 1935 y 1936, asociado con Luís Martín Tejedor, “El Chula”, de Torrecilla de la Orden. Una ganadería que, a día de hoy, ha dado a Medina del Campo grandes y buenos toros. De hecho, este mismo año, la Asociación Taurino Cultural “Los Cortes” rendirá homenaje a tal hierro con raíces en las Tierras de Medina, para venerar tanto a su legado ganadero como a su magna historia.
La ganadería de los Hermanos Martín Alonso, conocida popularmente como “Los Chulas” actualmente, protagonizó estas Ferias y Fiestas de San Antolín el encierro del 4 de septiembre, en el que destacó soberanamente la bravura de sus reses. Pero son múltiples las ocasiones que ha hecho gala de tal cualidad por las calles de Medina del Campo.
En el verano de 1988, La Voz de Medina y Comarca titulaba: “Toros de ‘El Chula’ y de Puertas para encierros y capeas”. Así hacía referencia la noticia a la información exclusiva que daba a conocer a los medinenses cómo los novillos para los festejos populares ya habían sido seleccionados.

“Al parecer, la Comisión de Festejos, cuyo especialista en estas cuestiones es el concejal Félix del Barrio, ha escogido dos lotes, uno de ellos de los Herederos de don Luis Martín Tejedor, de Nuevavilla de las Torres, conocido popularmente por ‘El Chula’, que desde tiempo inmemorial, ha sido quien ha metido las reses en los encierros de Medina, en tiempos históricos, y que presenta un excelente lote de buenos ‘Barbas’ para los encierros de los días 2 y 4 de septiembre”.

De igual manera, el ganadero de Tordesillas, Pedro Puertas, fue quien entonces también estuvo presente con otro lote. El importe de adjudicación de las reses bravas, tanto para encierros como capeas y verbenas, osciló los “cinco millones y medio por veinticuatro novillos, más seiscientas mil pesetas en concepto de alquiler por la parada de mansos y cabestros que dirigirán a la manada de reses de los encierros, así como por el servicio de vaqueros”.

Un relato que se suma a esa parte de la historia ‘reciente’ que Felipe Ruiz Reguero vuelve a mostrar en su artículo de 1988, donde narra cómo “en la amanecida del día del Santo Patrón, nuestros ojos vislumbraban la llegada del primer encierro, y de los diez novillos que traían arropados los cabestros, entre una nube de polvo al entrar en la tierra de Zaera”.
Y es que otro de los vaqueros popularísimos que destacaban los relatos de entonces, hablan también de “El Botines” […]

Puede leer el artículo completo en la edición impresa de La Voz de Medina y Comarca

1 COMENTARIO

Los comentarios están cerrados.

- Publicidad -

Lo más leído

- Advertisment -
- Advertisment -