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jueves, abril 25, 2024

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La Cuna del Corte: Un legado que no perece

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Especial «La Voz de Medina y Comarca San Antolín»

El perfume festivo recorría las calles de Medina del Campo como era previsible en pleno agosto de 1981. Rezume de torería y algarabía ante la proximidad de las Ferias y Fiestas de San Antolín. Desfile de toreros a cuerpo limpio que, desde tiempos ancestrales, han venido manifestando su gallardía. Un año, aquel de 1981, en el que se fundó el Premio Nacional de Cortes de Novillos, materializándose así el Memorial José María de la Fuente “Pinturas”, primigeniamente ‘Premio Paula’, que los hermanos José María y Carlos idearon como homenaje al reciente fallecimiento a su abuela Paula, gran aficionada al mundo del toro.

Desde entonces, y hasta ahora, son muchos los años que han pasado. También muchas las páginas de este periódico destinadas a tratar a este decano en los premios de cortes de novillos. Y, por supuesto, muchos los testimonios recogidos en este tradicional espacio de Ferias y Fiestas, que tratan del Memorial.

Palabras como las de Rafael Velasco, que refiriéndose a la A.T.C. “Los Cortes” en su organización del festejo relataba: “Estas humildes gentes y sencillas, hijas del pueblo llano, son las que transmiten a la historia unos comportamientos ejemplares, que luego quedan en el anonimato”. A ellas, añadía también: “A cuerpo limpio, sin un pañuelo siquiera en la mano, el mozo corre desafiante hacia el animal, le gana con el quiebro y le humilla en el corte. Aquel mocito, José María de la Fuente ‘Pinturas’ -con nombre de romancillo- a quien se llevó a traición la muerte por otras causas distintas a la afición, nos dejó instituida esta bella estampa de la fiesta, que supo recuperar para Medina de las viejas capeas, cuando los novillos regresaban al campo sin otros achaques que los de haberse sentido humillados por un hombre en un juego puro y limpio”.

Capeas, sí, ese escenario donde siempre se ha premiado esta suerte por parte de la A.T.C. “Los Cortes” -además de su festejo único cada último sábado de agosto, aprobado de hecho por pleno municipal, hasta el año 2007-. Escenario que, a pesar de haberse reconstruido en este último siglo tras su debacle -como bien dicta el texto de don Rafael Velasco- todavía cuenta con algún que otro detractor, ante la presencia de estos toreros a cuerpo limpio. No obstante, no hay duda de que tanto maletillas como cortadores conviven de manera excepcional en el albero medinense. Así, la villa volverá, este 2022 y tras dos años de pandemia, a poder disfrutar del Memorial José María de la Fuente “Pinturas” en las capeas posteriores a los encierros tradicionales de las Ferias y Fiestas de “San Antolín”.

Volviendo a las declaraciones, el presidente la Peña Taurina “El 7”, Emilio Morales, ya decía en el año 2006: “La ‘A.T.C Los Cortes’ de Medina del Campo es la entidad más importante de Castilla y León, y primera de España, en la organización del Premio Nacional de Cortes de Novillos” a sus palabras, sumaba: “En el mundo del toro, el Memorial José María de la Fuente “Pinturas” es ya conocido internacionalmente por los éxitos que año tras año se han producido en Medina del Campo. La perfecta organización y la suprema calidad de los cortadores de toros que participan es única. La importancia para el cortador que lo gana es la fama, pues la noticia recorre todo el mundo”.

Y es que el legado y huella que cada año fragua la Cuna del Corte, es decir, el Memorial José María de la Fuente “Pinturas”, es palpable en cada rincón de la Villa de las Ferias. En una Isabel la Católica que preside la Plaza Mayor de la Hispanidad y que fue planteada en una de las galas de la A.T.C. “Los Cortes”; en un monumento que se yergue, ante un rojizo Coso del Arrabal, como homenaje a esta suerte; y cómo no, en esa calle que, cerca del campo que atraviesan las reses durante las Ferias y Fiestas de San Antolín, se desliza delicadamente como unión de lo urbanita con lo rural: la calle Cortes de Novillos de Medina del Campo.

En definitiva, un legado que no perece y que jamás marchitará. Todo ello, y volviendo a Rafael Velasco, gracias a que los cimientos del Memorial José María de la Fuente “Pinturas” recaen en “humildes gentes y sencillas, hijas del pueblo llano” que transmiten la historia con un “comportamiento ejemplar” […]

Puede leer el artículo completo en el especial de San Antolín de La Voz de Medina y Comarca disponible en sus quioscos 

1 COMENTARIO

  1. Como está últimamente el lobby taurino un poco subidito creo que ha llegado la hora de darle un repaso al tema. Dicen que queremos prohibirlos. No, no hace falta. Van a desaparecer porque no le gustan a casi nadie y tengo pruebas.
    Visto el ruido que hacen cualquiera pensaría que tienen mucho público, aunque sean los que por ideología lo defienden pero no. En 2018-2019 sólo ha ido a algún tipo de festejo taurino el 8% de la población. 3 millones de personas. Hay más gente que escribe (8,7%) que taurinos.
    La asistencia es ridícula comparada con opciones de ocio como los conciertos o museos pero además camufla la realidad porque incluye las novilladas y otros festejos populares. De hecho los eventos en plaza han descendido un 61% en 15 años (2007-2019)
    Pasó de de 3.651 «festejos» en plaza a 1.425 pero es que si nos vamos más atrás los datos son demoledores. No hay estadísticas tan claras pero igualmente analizando solo corridas en plaza. Pasó de estar sobre las 1.000 en los noventa a 565 en 2011, en 2019 fueron 356.
    Pero hay más, hay que hablar de dinero público. No ya de subvenciones, es que en 2014-2015 (de después no he encontrado datos) el 20% de las entradas eran directamente gratuitas. Eso por supuesto en plaza, en las capeas y encierros lo de ir de gratis es por descontado.
    Y aquí llega la sorpresa. Hemos hablado de la caída de la celebración de festejos. El público también a caído, hasta los taurins reconocen que no llenan las las plazas y que no es rentable. Lo normal sería que cada vez menos gente se dedique a esto pero no, al menos oficialmente.
    El número de ganaderías taurinas y profesionales del toreo se mantiene estable o incluso crece pese a que cada vez hay menos corridas y se venden menos animales ¿Cómo es posible? Para empezar inflando las estadísticas. Inscribiendo a gente que no trabaja en años.
    Manteniendo en el registro gente que no tiene una licencia vigente como pasó en 2018 cuando de 9723 inscritos sólo 5.497 podían trabajar. O con licencias sin uso. Las cifras de inscritos que no trabajan van del 80 al 92% dependiendo de la categoría.
    Además la inmensa mayoría de los que llegan a trabajar no están en más de un par de festejos. Estamos hablando de gente que obviamente no vive de eso. De 751 toreros trabajan en más de 10 festejos 42 . De 319 rejoneadores 23. De 2579 novilleros trabajan 19. Se ve claro el juego.
    Se mantienen las estadísticas hinchadas artificialmente para poder usar el empleo creado y el peso económico como argumento para subvencionarles. Las ganaderías siguen el mismo patrón. Entre el 66 y el 76% de las ganaderías inscritas en 2018 no vendieron un solo toro de lidia.
    Obviamente el negocio no es vender toros, son las subvenciones en forma de ayudas de la PAC y subvenciones del Estado y las CCAA. Al menos el 40% de los ingresos de las ganaderías son directamente subvenciones. Se calcula que reciben unos 500 millones anuales. No hay datos claros
    Lo increíble es que luego retuercen los datos para decir cosas como que es el espectáculo más popular tras el futbol, que ocupan a 200.000 personas o que generan beneficios millonarios. Y no, populares son el cine, la lectura, el turismo cultural, los conciertos, el teatro..
    Y el empleo que crean no sólo es ínfimo sino que nos cuesta una millonada. Son cuatro gatos ultra subvencionados. Millonarios que mantienen su estatus con pasta pública con el beneplácito de los que no van a los toros pero que los defienden por ideología.
    Dicen que en algunas zonas las capeas en los pueblos son muy populares. Es cierto pero con matices. Para empezar esos eventos son gratuitos y accesibles a los ayuntamientos por las subvenciones a las ganaderías y a la propia «fiesta». Ya hemos visto que pasa si hay que pagar.
    Y luego ya en subvenciones directas ni se sabe. Casi nada en los presupuestos generales pero solo la CCAA de Madrid le metió 20 millones en 2020. Eso sin contar escuelas taurinas y plazas.
    Esto financia los eventos en plaza, una actividad que ocupa a menos de 2.000 personas (esos son los que trabajan más de dos veces al año). Eventos carísimos de montar que no son rentables porque no llenan ni media plaza. No somos conscientes de la dimensión del despropósito.
    El tema es tan fuerte que los propios ganaderos y empresarios taurinos reconocen el desastre. Los toros no producen dinero. Las ganaderías viven de ayudas y de producir otros animales y las plazas de los conciertos.
    Luego de la opinión sobre los toros sólo podemos tener clara la aptitud hacia ellos. La última vez que se preguntó en una estadística oficial fue en el 95, ganaba el apoyo con poca diferencia. En las que han hecho los medios los últimos años son minoría.

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