Especial Fiestas de San Antolín
Una colaboración de «El Penitente»
14 de agosto de 1567. Mientras la luna de la Asunción brillaba en el cielo, una joven Teresa de Jesús recorría las calles de Medina del Campo en busca de su palomarcito de San José, con la intención de fundar su segunda casa. A la vez que eso ocurría, los toros que se lidiarían y correrían por los mozos al día siguiente eran llevados de un lugar a otro (trasiego tan típico de nuestras fiestas, como lo son los propios encierros de la villa). Y es que el año de 1567 fue un año importante para nuestro municipio: no solo por la llegada de la Santa andariega a nuestra villa, sino también porque ese año se fundaría la Cofradía de la Quinta Angustia y Soledad de María, que hoy conocemos como Archicofradía de Nuestra Señora de las Angustias. Casualidades de la vida que ambas dos mujeres: Nuestra Señora de las Angustias y Teresa de Jesús, se convertirían en sendas patronas y protectoras de nuestro municipio.
A nadie se nos escapa que los toros y los capirotes han estado muy vinculados a nuestra tierra. Aparte de todos los encierros de campo y calles, seguidos de las tradicionales capeas, que el consistorio organizaba anualmente en las fiestas patronales de nuestra villa, las antiguas cofradías penitenciales organizaban sus propios festejos taurinos, especialmente durante el desarrollo de sus fiestas de gloria que, en definitiva eran dos: las fiestas de la cruz, que organizaba la antigua penitencial de la Cofradía de la Vera Cruz y la fiesta de los gozos de María, que organizaba la Penitencial de la Quinta Angustia. Ambas, Vera Cruz y Angustias, compraban sus toros (en algunos casos patrocinados incluso por el propio Ayuntamiento) para dar vida al festejo popular en la Plaza Mayor de Medina del Campo.
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