Redacción.- La campa?a de cereales comenz? en Castilla y León con un mes de octubre extremadamente c?lido en la mayor parte de la Comunidad, y muy seco, con un d?ficit de precipitaci?n del 80% respecto a la media mensual, que afect? a las siembras. En noviembre continu? la falta de lluvias, que fueron un 50 % inferiores a las habituales. Diciembre fue un mes de temperaturas normales y precipitaci?n desigual. Esto llev? consigo un retraso en el desarrollo del cultivo.
Enero fue un mes c?lido, con temperaturas medias por encima de lo esperado y con lluvias normales en gran parte de Castilla y León. No hubo d?ficit de precipitaciones respecto a un mes normal.
El invierno ha continuado con un febrero muy frío y h?medo. Las precipitaciones de ese mes han sido un 45 % por encima de lo habitual, si bien todavía no compensaron el d?ficit del año hidrol?gico. Esta situación se extendi? a marzo, que fue muy frío, muy h?medo, ventoso y con muchos días de nieve, especialmente en las provincias de Segovia, Soria y León. La precipitaci?n recogida en el mes equivale a la que se registra de promedio en el primer trimestre del año, lo que ha compensado el d?ficit h?drico del año. El resto del año ha sido c?lido y h?medo, con un 40 % más de agua.
Las abundantes lluvias de 2018 han permitido una mejora notable en el desarrollo del cultivo y han permitido un ahijamiento normal. Estas buenas condiciones han facilitado una fase de enca?ado adecuado y por lo tanto unas buenas condiciones para el espigado.
