En un sorprendente control de documentación en la autovía A-11, la Guardia Civil de Valladolid ha iniciado una investigación contra un menor y su padre por un grave delito contra la seguridad vial. El menor fue identificado como conductor de un vehículo sin poseer permiso de conducción, mientras que su padre, propietario del coche y ocupante del asiento del copiloto, permitía esta peligrosa actividad.
El incidente tuvo lugar el 16 de mayo de 2024, cuando la Unidad de Investigación de Seguridad Vial interceptó el turismo. Al comprobar que el conductor era un menor de edad, se procedió a la investigación correspondiente por conducción sin permiso, lo que constituye un delito según el artículo 384 del Código Penal. Este artículo establece penas que van desde prisión de tres a seis meses, multas de doce a veinticuatro meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días.
Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de guardia de Valladolid, y tanto el menor como su padre están siendo investigados. La acción del padre, al permitir que su hijo condujera sin licencia, lo convierte en cooperador necesario en este delito. Este tipo de negligencia no solo pone en riesgo la seguridad de otros conductores, sino también la vida de los ocupantes del vehículo.
Este caso subraya la importancia de cumplir con las normativas de seguridad vial y las graves consecuencias legales que pueden derivarse de su incumplimiento.
