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viernes, mayo 3, 2024

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Sandra Cebrián: «En Holanda hay muchas oportunidades para desarrollar tus proyectos musicales, estoy muy a gusto aquí»

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Paula de la Fuente


Con tan solo 24 años, la pianista medinense Sandra Cebrián se embarca en su segundo Máster musical en el Conservatorio de Ámsterdam. Consigo lleva una dilatada experiencia al piano, que nació en la Escuela Municipal de Medina del Campo, a la par que una proyección incalculable. En la actualidad, es Holanda el lugar en el que desarrolla un importante proyecto junto a varios compañeros de estudios, fundamentado en el quinteto de Brahms. Entre ensayo y ensayo, busca un hueco a La Voz de Medina y Comarca para echar la vista atrás hacia sus orígenes, sabedora de que le espera un gran futuro.

¿Cuál fue su primer encuentro con el piano y qué le llevó a elegir este instrumento?

En mi caso fue porque mis padres también son músicos y tenía un piano en casa. Supongo que era lo más factible y comencé desde muy muy pequeña (ríe). Después, estuve unos años estudiando percusión, pero al final decidí centrarme en el piano.

¿Quiénes han sido sus principales influencias musicales como pianista?

Claramente mis padres, porque es muy fácil dedicarse a la música cuando tus padres entienden de qué va este mundillo y te apoyan. Eso es importantísimo. Pero también mis profesores porque siempre han confiado en mí. He de decir que, desde el principio, no tuve del todo claro que quería estudiar piano y fueron en gran medida ellos quienes me empujaron a ese camino.

¿Cuáles fueron sus primeros pasos en el mundo de la música?

Me acuerdo mucho de estudiar con mi madre al piano cuando tan solo era una niña. De pequeña realmente chapurreaba, porque tampoco estudias como tal. Mi madre, la pobre, se sentaba conmigo y me decía: «¡Hasta que no te salga el pasaje tres veces seguidas bien, no vas a moverte de la silla!». Me acuerdo muchísimo de eso (ríe). También recuerdo el primer concierto en serio en el Auditorio de Medina del Campo. Tenía unos 9 años y tocaba piezas de Albéniz. Salí allí muy ancha a tocar y se me olvidaron por completo los últimos compases, así que me inventé el final. Al salir, estaba Lourdes Barbado, que era mi profesora de piano en ese entonces y se partía de risa.

¿Dónde se encuentra Sandra Cebrián en este momento?

Ahora mismo estoy estudiando mi segundo Máster en el Conservatorio de Ámsterdam. El nivel aquí es altísimo, tanto de profesorado como alumnado. En Holanda hay muchas oportunidades para desarrollar tus proyectos musicales, estoy muy a gusto aquí.

Háblenos de sus estudios formales en música. ¿Cómo han moldeado su estilo y su enfoque hacia la música?

Empecé estudiando en la Escuela de Música de Medina del Campo con Lourdes Barbado. Después, con 10 años, entré en el Conservatorio Profesional de Valladolid, donde estudié con Demetrio Méndez durante seis años y, posteriormente, me fui a Salamanca a estudiar el equivalente a Grado Universitario, que fueron cuatro años con Miriam Gómez-Morán. También hice un año más allí por el primer Máster.

¿Qué le inspira a la hora de interpretar una pieza musical?

Depende del compositor, de su vida, del contexto histórico y lo que ha tenido alrededor. Gracias a mi profesora, Miriam Gómez-Morán, aprendí mucho sobre interpretación histórica. Se trata de interpretar las obras de la manera más parecida a como se tocaban en la época en la que fueron escritas. Eso te da unas pautas muy claras a seguir y un sonido que buscar. Después, por otro lado un poco más filosófico o menos tangible, intento imaginar un ambiente o historia en mi cabeza para generar unas emociones completas para el público. En el escenario no hago nada especial, simplemente intento estar relajada ese día, tomarme unas cuantas tilas y ya está (ríe).

¿Cuál dirías que es su estilo musical predominante? ¿Se sientes más inclinada hacia la música clásica, contemporánea u otro género?

Todo lo estudiado está enfocado en música clásica, pero he hecho muchos proyectos de contemporánea. En Ámsterdam sigo alternando proyectos con estas dos vías.

¿Cuál ha sido el momento más emocionante o memorable de su carrera hasta ahora?

El primero que me viene a la cabeza es la primera ve que toqué con la Joven Orquesta Nacional de España, en un estreno de una obra de Raquel García-Tomás en el Auditorio Nacional, que fue increíble. Aunque, claramente, más recientemente, cuando entré al Máster en Ámsterdam también. Fueron meses muy intensos de preparación y estudios. De conciertos, creo que destacaría el recital de fin de Máster que di en el Miguel Delibes. Fue como volver a mis inicios, donde hacía mis audiciones cuando era pequeña. Estuve acompañada por todos mis profesores y familia. Fue muy especial.

¿Tiene algún proyecto musical en mente para el futuro cercano? 

Ahora mismo estoy con un quinteto en Ámsterdam, compañeros de Máster, y estamos intentado irlo moviendo. El primer concierto lo tuvimos este martes, en una Iglesia de Ámsterdam. Estamos tocando el quinteto de Brahms, una obra fantástica.

¿Cómo encuentra el equilibrio entre la interpretación de obras clásicas y la experimentación con nuevos sonidos o composiciones contemporáneas?

Creo que tampoco hay que encontrar un equilibrio, simplemente son técnicas diferentes. El contemporáneo, quizá para nosotros, es más desconocido. Pero, por suerte, en Salamanca tuve la oportunidad de tener un profesor, Alberto Rosado, un pianista fantástico muy puesto en el contemporáneo. Gracias a él, el acercamiento con este género ha sido mucho más fácil. Ahora, cuando encuentro una partitura contemporánea soy consciente de que es música diferente, pero me parece divertido estudiarlo bien previamente. Hay veces que tienes que tocar dentro del piano, o tienes que cantar o hablar.

 ¿Es Medina del Campo un lugar rico en cultura musical?

Sí, la Escuela de Música funciona muy bien y hay grandes profesores. Yo los tuve. La Semana de la Música también es fantástica. Recuerdo ver a mis pianistas favoritos en el Auditorio de Medina del Campo. Lo que sí que quizá se echa un poco de menos es ambiente musical, de conciertos, a lo largo del año. Me refiero, por ejemplo, a más oportunidades para tocar. Hay mucha gente joven que ha estudiado en Medina y que ahora ha tenido que irse fuera para poder desarrollar su carrera musical. Estaría genial organizar algo con ellos, de verdad.

¿Qué consejo le daría a los jóvenes pianistas que están empezando en este camino?

Para dedicarse a esto, realmente es algo que les tiene que apasionar. Es un mundo muy sacrificado donde no hay días de vacaciones, pero es muy gratificante y para mí es la mejor decisión que he podido tomar en mi vida. Y, eso sí, que no se olviden de que la música se toca para el disfrute, tanto para el del público como persona. Que no se centren solo en técnica, el instrumento o que esté todo perfecto; que conozcan repertorios de otros instrumentos y toquen con más gente, que son experiencias que aportan muchísimo en la carrera de un músico.

3 COMENTARIOS

  1. Bonito artículo, gracias por darme a conocer a esta joven tan talentosa, una lástima que tenga que emigrar fuera y a nosotros quedarnos con los kinkis.

    • No solo nos quedamos con los los taurinos, galgueros y nazarenos culturetas sino que no los damos salida. Ni a saldo.

  2. De pequeña ya apuntaba maneras, llegará donde quiera porque lo lleva en vena…. enhorabuena

Los comentarios están cerrados.

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