El reciente juicio llevado a cabo por el Ayuntamiento de Nueva York contra las principales plataformas sociales, como Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat y YouTube, ha arrojado luz sobre un aspecto alarmante: el lucrativo negocio que supone para estas redes la presencia de usuarios jóvenes. Según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, estas plataformas obtuvieron conjuntamente casi 11.000 millones de dólares en ingresos publicitarios de usuarios menores de 18 años solo en el año 2022.
Expertos como Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), señalan que, si bien en teoría las redes sociales deberían limitar el acceso de los menores, en la práctica esto no se cumple, e incluso parece que estas plataformas fomentan la presencia de usuarios cada vez más jóvenes.
El estudio de Harvard revela que las plataformas como YouTube, Instagram y Facebook son las que obtienen los mayores ingresos publicitarios de los usuarios menores de edad. Esto plantea serios interrogantes sobre los riesgos que enfrentan los menores al estar expuestos a contenido no apto para su edad y a la publicidad dirigida.
Merche Martín, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, advierte que la inmadurez cognitiva de los menores los hace especialmente vulnerables a los peligros en línea, como la exposición a discursos de odio, acoso, violencia y contenido inapropiado.
Por otro lado, Sílvia Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, destaca la facilidad con la que los menores pueden acceder a estas plataformas sin ser identificados como tales, lo que aumenta su exposición a contenidos perjudiciales.
En respuesta a estas preocupaciones, algunas plataformas han implementado filtros y medidas de seguridad para proteger a los usuarios más jóvenes. Sin embargo, la efectividad de estas medidas sigue siendo cuestionable.
En resumen, el lucrativo mercado de la vulnerabilidad de los menores en las redes sociales plantea serios desafíos tanto para las plataformas como para la sociedad en su conjunto, y subraya la necesidad de abordar de manera efectiva los riesgos asociados con el uso de las redes sociales por parte de los jóvenes.
