Un estudio reciente revela que hasta un 20% de las entregas de comercio electrónico no llegan a su destinatario en el primer intento, generando costos significativos para las empresas. Con un promedio de 15 euros por cada intento fallido, la problemática destaca la necesidad de soluciones eficientes. Además, las devoluciones y cambios de productos también suponen un desafío, llegando a representar hasta un 4% de la facturación total en línea.
Según expertos en logística, las causas principales de los fallos en las entregas incluyen la ausencia del destinatario, direcciones incorrectas y problemas logísticos. Para minimizar estas pérdidas, se proponen alternativas como puntos de conveniencia y buzones inteligentes. Estos métodos no solo reducen la posibilidad de fracaso en la entrega sino que también contribuyen a modelos más sostenibles de distribución urbana.
En cuanto a las devoluciones, las empresas están adoptando diversas estrategias para minimizar pérdidas económicas y concienciar a los consumidores. Desde devoluciones con coste hasta la posibilidad de quedarse con el producto sin retorno físico, estas medidas buscan eficiencia y sostenibilidad. Algunas empresas incluso recurren a métodos como el «retorno destructivo» para reducir la pérdida de dinero asociada a las devoluciones.
Estas prácticas, según los expertos, no solo reducen pérdidas económicas sino que también mejoran la eficiencia de las rutas de transporte, aumentan la satisfacción del cliente y contribuyen a la reducción masiva de residuos.
