2.4 C
Medina del Campo
domingo, abril 28, 2024

Accede a la edición impresa de La VOZ

Que nunca nos quiten nuestra forma de celebrar 

-

- Advertisement -

EDITORIAL

Atraviesas los arcos y, casi a contracorriente, parece que nadas en un mar de gente que se agolpa en la Plaza Mayor de la Hispanidad más grande del mapa para ver a Papá Noel. Hace frío. Los más afortunados han conseguido acordarse de meter en su bolsillo unos guantes, mientras otros se resignan a entrelazar sus dedos en forma de ‘o’ y llevarse unas manos -prácticamente rojas- a la boca, para insuflar un poquito de calor ante tal gélidas temperaturas. Avanzas hacia la calle Padilla y, casi sin querer, llama a la puerta de tu olfato el olor a castaña asada. Ya poco queda de aquel pequeño quiosco de latón, ahora el puestecito tiene un bonito color amarillo y marrón en forma de tren. Pero hay cosas que nunca cambian, como esa manera tan particular de hacer que el rico fruto no pierda calor, gracias a una gruesa manta que arropa a cada castaña después de haber sido asada.

Las calles de Medina del Campo están iluminadas, y no sólo por la especial luminaria instalada para la ocasión, también por la radiante mirada de su población. Y, como si de un espejo se tratara, estos días las calles se colman de pequeños y es inevitable no sentir, por momentos, la añoranza de un tiempo pretérito cargado de magia e ilusión. «¡Ay está», «¡Es él!», «¡Me ha saludado!», «¡Adiós, Papá Noel!», «¡Me he portado muy bien!», se escucha a esos pequeños seres de luz. Y, con los Reyes Magos, tres cuartos de lo mismo.

Y a uno le da por pensar qué se les pasará por la cabeza cuando se enteren de la verdad. Sí, querido lector. Esa que tú y yo sabemos: la de que en la Navidad, el verdadero regalo es el de la reunión con nuestros seres queridos; el estrechar la mano a aquel familiar que tuvo que marchar de esta villa por trabajo; o el de aquel abrazo a un hijo que, por estudios, también ha tenido que irse de aquí. Abrazar a los abuelos, a los tíos, a las primas y, en especial, y como dice la canción, tenerlo todo preparado para hacer, aunque sea por una vez, algo a la vez: brindar por otros 365 -o 366 como en este caso- repletos de esperanza.

Ha sido un año en el que, a través de estas páginas, les hemos relatado noticias emotivas, ilusionantes y apasionantes; sucesos que jamás querríamos haberles narrado; victorias deportivas que, con ansias, esperamos volver a contarles; pero, si hay algo que este periódico ha tratado de cumplir en estos 365 días es fomentar, como hacen las grandes familias por Navidad, una mesa en la que hubiera hueco para todos. En la que, como suele ocurrir en alguna que otra cena navideña, se puede hablar de política, deporte, cultura, economía, sociedad y un montón de historietas más.

Un año más, La Voz de Medina y Comarca ha abierto una ventana a la información que realmente está cerca de usted; de ti. Esa que llama directamente a tu puerta, que ocurre justo al doblar la esquina de tu casa; la que se interesa de que estés totalmente informado. La que siente el jolgorio de nuestras queridas Águedas, la algarabía de los desfiles de Carnaval; la Pasión de cada Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional; la que vive a pie de campo cada encuentro deportivo medinense; la que recorre multitud de calles cada Media Maratón Popular; la que se echa unos largos cada campaña de verano en las piscinas municipales; la que se divierte con cada turno que pasa por el Campamento Urbano; la que se emociona cada 1 de septiembre, cada encierro tradicional y capea… la que, una Navidad más, les desea, de todo corazón, Feliz y Próspero Año Nuevo.

La Voz de Medina y Comarca les desea un ¡Feliz Año Nuevo 2024!

2 COMENTARIOS

Los comentarios están cerrados.

- Publicidad -

Lo más leído

- Advertisment -
- Advertisment -