En una jornada dominical llena de tradición y sabor, cientos de personas se congregaron en la Plaza de la Constitución para participar en la séptima edición de la Jornada de la Matanza en Valdestillas. Bajo una niebla matinal que se disipó para dar paso al sol, la comunidad local disfrutó de una experiencia festiva dedicada a revivir las ancestrales prácticas de la matanza del cerdo.
La VII Jornada de Matanza, que rememora las costumbres rurales de antaño, se ha convertido en un evento consolidado en la comarca, atrayendo tanto a locales como a visitantes interesados en conocer y preservar las tradiciones culinarias de la región.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar un reconfortante café de puchero y orujo, acompañado de deliciosas tortas de chicharrón. Mientras tanto, se llevaba a cabo el chamuscado y destazado del cerdo de manera tradicional. Las demostraciones artesanales de alfarería, cestería y la creación de instrumentos tradicionales añadieron un toque de autenticidad a la jornada.
En el epicentro de la plaza, el artista artesano local Daniel Serna cautivó a la audiencia con la cocción de un horno de papel, creando un monolito cerámico adornado con motivos locales. Santiago Manzano, conocido como «El archiperrero», fungió como maestro de ceremonias, compartiendo añoranzas y recuerdos de su juventud ligada al mundo rural.
El evento contó con la presencia del grupo musical «Enredabailes», que amenizó la espera del almuerzo matancero con música folk tradicional. Más de 700 personas se deleitaron con un almuerzo compuesto por panceta y chorizo, destacando los productos locales y los vinos de las bodegas Vicaral y las Abogadas.
Alberto Sanz, alcalde de Valdestillas, expresó su satisfacción con el evento, destacando: «Con esta séptima edición hemos comprobado que esta jornada se ha consolidado ya como un referente en nuestra comarca, es una jornada festiva para compartir las tradiciones en familia».
